𝟓𝐁 | 𝐓𝐇𝐄 𝐖𝐀𝐘 𝐈 𝐋𝐎𝐕𝐄𝐃 𝐘𝐎𝐔 [ 𝒕𝒉𝒆𝒐 𝒓, 𝒊𝒔𝒂𝒂𝒄 𝒍 ] ✔

[7] ✰ strange frequencies

CAPÍTULO SIETE┆FRECUENCIAS EXTRAÑAS

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STILES DESTAPÓ EL CUERPO que lo habían dejado en la mesa de metal al ir al veterinario. Scott se mantenía a su lado, Josie y Theo frente a ellos, y Isaac en la punta de la mesa, cruzado de brazos.

—¿Lo conocen? —el azabache preguntó, al notar como la mirada de los mellizos cambiaba al ver al muchacho.

—Se llama Josh —dijo suspirando la chica a su lado, rascando su frente—. Era de segundo año.

Stiles volvió a cubrir el cuerpo con la manta, suspirando.

—¿Quién lo hizo? —preguntó Scott mirándolos con interés—. ¿El del bastón?

Tanto el rubio como el de lunares miraron al azabache, el cual solo pudo encogerse de hombros.

—Sí.

—¿Qué haremos con él? —preguntó Stiles, señalando al cuerpo con su mano—. No podemos dar la alarma. Así desapareció Tracy.

—Alguien debe quedarse con él —dijo Isaac.

—Yo lo haré —habló Theo, haciendo que lo miraran. Josie rozó sus dedos, sin mirarlo, y él imitó la acción—. No tenía planeada una gran noche de sábado.

—Pregúntale a Josie qué va a hacer —murmuró algo sarcástico Scott.

Su hermana le dio una mirada fulminante mientras sacaba su teléfono con su mano libre al recibir un mensaje. Era de Liam.

—¿Qué es? —Stiles le preguntó al ver la expresión de su rostro.

—Otra —los miró Josie, con una tensa mirada. Scott se enderezó—. Otra quimera.

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Scott, Stiles y Isaac habían ido a casa a saber lo que ocurría con Liam y esa nueva quimera. Mientras tanto, el par de enamorados se quedó en donde estaban para vigilar el cuerpo.

Los dos estaban atrás, donde estaban los animales. Algunos pocos estaban despiertos debido a su presencia.

—Siempre pensé en tener un perro —mencionó Theo, acariciando con sus dedos a un cachorro negro, de ojos verdes como los suyos, por entre la rejilla.

—Tú ya eres uno —bromeó Josie, haciendo lo mismo pero con una cachorra blanco con ojos cafés, también como los suyos. Su bufido la hizo reír—. Perdón, pero técnicamente lo eres —se giró a verlo y se cruzó de brazos, examinándolo con la mirada. Le dio una mirada de arriba a abajo, curiosa—. ¿Por qué te sigo gustando? —dijo, así sin más.