𝟓𝐁 | 𝐓𝐇𝐄 𝐖𝐀𝐘 𝐈 𝐋𝐎𝐕𝐄𝐃 𝐘𝐎𝐔 [ 𝒕𝒉𝒆𝒐 𝒓, 𝒊𝒔𝒂𝒂𝒄 𝒍 ] ✔

[31] ✰ raw talent

CAPÍTULO TREINTA Y UNO┆TALENTO EN BRUTO

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THEO NO HABÍA TENIDO UNA MUY BUENA VIDA, y la mayor parte, él se lo había buscado, por poder.

Y por esa razón ahora, agradecía estar con Josie y saber que ella lo amaba sin importar lo que haya hecho, aunque sin olvidarlo, pues tampoco eran cosas que se pueden olvidar así como así, pero no se lo echaba en cara como los demás.

Entendía que durante su tiempo en Beacon Hills antes de que lo mandaran bajo tierra, cuando Josie estuvo de su lado para sacarle información y dársela a la suya, haciéndole creer que ya no estaba con ellos, lo había hecho por el bien de su manada. Y admitía que si hubiera sido ella, también lo habría hecho. ¿Le dolió? Sí. Pero lo merecía.

Deucalion tuvo razón. El traicionar a todos al final se lo terminaron haciéndoselo a él.

Realmente la pasó mal estando allá abajo, con las horribles pesadillas con su hermana literalmente sacándole el corazón, tal y como se lo hicieron a ella. Se sentía un asco, y no podía negar que las veces que Isaac o Liam amenazaban con devolverlo cuando pasó lo de la Cacería salvaje, sentía miedo de volver. No quería pasarlo otra vez a pesar de saber que lo merecía.

Pero el saber que le daban una segunda oportunidad, le alegraba. Sabía que estaba cambiando, y para bien. Lo sabía cuando Josie lo miraba con esa sonrisa orgullosa, esa sonrisa que tanto amaba ver. O cuando Scott, que estaba en todo su derecho de tratarlo mal después de prácticamente matarlo, lo trataba bien, y aceptaba que se quedara en casa -aunque tenía la sospecha que su novia lo había amenazado si no lo dejaba-.

Era feliz. Era feliz con Josie, la mujer a la que ama desde cuarto grado cuando él se unió a su curso, y con su hija, Jenna. Había logrado tanto en poco tiempo, y se sentía bien con ello.

Estaba empezando a estar orgulloso de sí mismo.

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Los amigos se encontraban corriendo tras los mellizos, que no dejaban de correr por el bosque, hasta que finalmente se detuvieron al lado de un árbol, con la mirada perdida.

—Aún podemos atraparlo —les dijo Malia, logrando llamar su atención.

—¿A quién? —preguntó un tanto desconcertado Scott.

—Al asesino.

—¿En qué están pensando? —frunció el ceño Isaac.

Scott y Josie se miraron, como si se coordinaran para qué decir.

—En llevarle la bala a Argent —dijo él.

—¿Aunque él fuera quien disparó? —preguntó Theo mientras se acercaban a ellos.