𝟓𝐁 | 𝐓𝐇𝐄 𝐖𝐀𝐘 𝐈 𝐋𝐎𝐕𝐄𝐃 𝐘𝐎𝐔 [ 𝒕𝒉𝒆𝒐 𝒓, 𝒊𝒔𝒂𝒂𝒄 𝒍 ] ✔

[38] ✰ broken glass

CAPÍTULO TREINTA Y OCHO┆CRISTAL ROTO

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JOSIE MIRABA PENSATIVA EL TECHO, con la oscuridad inundando su cuarto pues aún era de noche. Cerró los ojos y se dio media vuelta, intentando dormir, pero después de algunos minutos, se cansó.

Volteó a ver a Theo, que dormía relajadamente a su lado y no tenía intención alguna de despertarse, hasta soltaba bajos ronquidos. Quitó con delicadeza su mano alrededor de su cintura para evitar despertarlo, y al lograrlo, se sentó en la cama y se puso sus pantuflas para poder levantarse e ir a su cómoda para sacar algo de ropa.

Sacó su ropa interior claramente, y luego unos jeans negros junto con una camiseta verde claro, y una chaqueta de cuero café. Fue al baño para poder cambiarse, intentando hacer el menos ruido posible para no despertar ni a su novio ni a su hija.

Cuando estuvo lista, salió del baño para poder agarrar su teléfono y sus zapatillas negras para salir de su cuarto, abriendo y cerrando la puerta lo más silenciosamente que pudo. Dejó escapar un bajo suspiro al estar afuera.

Bajó las escaleras y se fue a sentar al sillón para poder ponerse las zapatillas más cómoda. Pero mientras se las amarraba, escuchó pasos en la escalera. Alzó la mirada alarmada, pero se relajó al ver que se trataba de su hermano, que también estaba vestido.

Y con una mirada, se dijeron todo.

Al estar lista, Josie se levantó mientras Scott iba a agarrar los cascos de sus motocicletas, y simplemente se dieron un asentimiento de cabeza mientras los dos salían de la casa.

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Los dos hermanos caminaron cerca del lugar en el que encontraron a Argent con esos hombres para sacarles información, pero que terminó mal por culpa suya.

Se detuvieron en medio de unos contenedores que usaban en los barcos, y escucharon el sonido de un bastón contra el suelo. Al voltear, vieron a Deucalion encima de uno.

—¿Alguno sabe cómo se llama lo que hago?

—Ecolocalización —dijo Scott.

—Hiciste tu tarea —dijo Deucalion, sonriendo con un deje de gracia.

—Buscamos un par de cosas —se encogió de hombros Scott.

—Y ahora creen que, en un día, pueden aprender, algo que me tomó años dominar.

—Esperábamos saber lo más importante —respondió Josie al lado de su hermano—. Lo que pueda ayudarnos a pelear contra el Anuk-ité sin mirarlo.

—Pelear a ciegas es una cosa, ustedes no saben ni caminar —contestó Deucalion. Josie ladeó la cabeza—. Un especialista en orientación y movilidad debe practicar con los ojos vendados y un bastón unas 120 horas antes de obtener la certificación —los hermanos se miraron—. No puedo enseñarles a caminar y pelear en menos de 24.