[19] ✰ apotheosis

306 31 0
                                    

CAPÍTULO DIECINUEVE┆APOTEOSIS

CAPÍTULO DIECINUEVE┆APOTEOSIS

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂

DESPUÉS DE COSER un poco la herida de Theo para que sanara más rápido, Josie fue a la sala de operaciones con Tracy.

Era su última víctima. Y ella lo haría.

—Entonces, va a estar bien, ¿no? —cuestionó Tracy cruzada de brazos.

—Va a estarlo —asintió Josie yendo hacia ella—. Veo que ha pasado por cosas peores, podrá con esto.

Tracy solo asintió, distraída mirando sus labios. La alfa lo notó.

—¿Qué estás viendo?

—Nada...

Josie alzó una ceja con diversión, y dio un paso más hacia ella. Y Tracy dio el paso de besarla. De acuerdo, no lo iba a negar. Tracy besaba bien. No estaba mal para su primer beso con una chica.

Se separó de ella unos minutos después.

—Perdón, pero estoy con Theo.

—Lo siento —se disculpó apenada la chica quimera—. En serio.

—Descuida —la alfa hizo un ademán de que no importaba.

—Oye, tal vez necesitemos parar —le dijo Tracy en un momento, segundos después de haber guardado silencio—. O idear otro plan. Tómense un par de días para pensarlo.

—¿Días? —preguntó extrañada Josie—. ¿Quieres esperar días?

—Bueno, Theo necesita tiempo para sanar —dijo un tanto obvia Tracy—. Y yo no soy como los demás. No puedo quitarles el dolor a ninguno.

—Eso lo sé —asintió levemente Josie, fingiendo no importarle—. Está bien. Puedes hacer otra cosa por nosotros, o al menos por mí... Como darme tu poder.

Antes de poder reaccionar, Josie ya había clavado sus garras en su espalda, haciéndola gritar. Empezó a clavar un poco más profundo sus garras.

—¡Josie! ¡Josie, basta!

Pero solo bastaron unos minutos para que finalmente, el corazón de la quimera se detuviera. Sacó sus garras, dejándola caer al suelo, muerta.

Genial. Había matado a alguien.

Recargó sus manos en la mesa cerca de ella, llegando a sentir un escalofrío, tal y como lo sintió el azabache. Respiró hondo.

Escuchó pasos, y supo que era Deucalion.

—Al final no quedó nadie, pequeña McCall.

[•••]

A la tarde siguiente, los tres terminaban de bajar a los túneles. Theo le extendió su mano a Josie para ayudarla a bajar. Con una pequeña y forzosa sonrisa, que él no notó, ella agarró su mano para bajar los dos últimos escalones.

𝟓𝐁 | 𝐓𝐇𝐄 𝐖𝐀𝐘 𝐈 𝐋𝐎𝐕𝐄𝐃 𝐘𝐎𝐔 [ 𝒕𝒉𝒆𝒐 𝒓, 𝒊𝒔𝒂𝒂𝒄 𝒍 ] ✔Where stories live. Discover now