37 SEBASTIÁN

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Nada.

No habían encontrado rastro, nada que fuera de ella, ni siquiera un indicio, no había nada.

Ya estaba perdiendo la esperanza, solo estaba imaginando el momento en que un policía entrara y dijera que la encontraron muerta en algún lado de la ciudad. La imagen de mi hermana venía a mi mente, pero ahora a su lado estaba Valentina, su cuerpo frio, pálido, quien sabe en qué condiciones, en el último mes no dejaba de soñar ese tipo de cosas, ya no dormía casi, siempre era la misma pesadilla.

Tenía el celular de Valentina en mis manos, después de que no pudieron hacer nada con él lo descartaron para la investigación. Me aprendí su contraseña, no fue difícil, era su fecha de nacimiento, cualquiera le jaquea el celular fácilmente. Estaba mirando sus fotos, no tenía muchas, pero las que tenía las veía día tras día, mi favorita era la que se tomó el día de la graduación de su hermano, estaba realmente preciosa con ese vestido, parecía una princesa, pero ella era mi reina.

De la nada entró un mensaje y mis ojos se abrieron de par en par cuando vi que era del número del desconocido, lo abrí de inmediato.

Ayuda, soy Vale, Erick me secuestró en una especie de almacén de construcción, encuéntrenme por favor.

¿Qué mierda?

Bajé lo más rápido que pude las escaleras y fui directo a la sala principal, como todos los días, estaba llena de policías y agentes.

- Erick la tiene – dije y todos me voltearon a ver.

- ¿De que estas hablando? – habló ojos de pez y yo rodé los ojos.

- Acaba de llegar un mensaje al celular de Valentina, miren – se los di y los investigadores lo vieron – Él la tiene.

- ¿Quién es Erick? – preguntó de nuevo ojos de pez, ¿es que no sabía callarse?

Isabella leyó el mensaje y frunció el ceño.

- Mi ex novio – dijo casi en un susurro.

- ¿Por qué la tiene el? – se me hacía raro, de todas las personas que sospechaba, él era mi última opción.

- Yo tampoco entiendo nada – dijo Isabella y le tendió el celular al detective – pero allí hay una muy buena pista para por fin encontrarla.

Y todos se pusieron manos a la obra, Isabella les mostró una foto de Erick, Daniel la miró mal por tener una foto de ellos dos guardada aún, pero a ella no le importó, si eso les ayudaba a los policías a encontrarla, ya eso era suficiente.

Y entonces lo vimos, en una gasolinera, estaba lejos de aquí, como a unos cien kilómetros, después lo vimos por la carretera, y después en el estacionamiento de un almacén.

- Se dónde está ese almacén. – anunció Isabella de repente – Es de sus padres, ellos son socios de una empresa de materiales de construcción.

- Bueno, entonces guíanos a ella – dijo el detective a cargo de la investigación – Pero no podemos ir todos, solo pueden ir tres personas, ya con la señorita Smith quedarían dos vacantes.

- Yo voy – dijimos ojos de pez y yo al unisón para luego mirarnos.

- Yo debo ir, soy parte de la policía – dijo el acercándose y quedando muy cerca de mi rostro.

- Tu podrás ser una mierda, pero estamos hablando de mi novia – enfaticé la última frase y el me miró con odio.

- Quiero que Sebastián vaya conmigo – dijo Isabella y todos la volteamos a ver – También digo que debería ir el señor Leister, porque Chloe no está en condiciones para ver a Valentina, tampoco sabemos cómo esta, así que es mejor que no la vea y para que no se lleve una impresión que no queremos.

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