16 VALENTINA

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     Washington era muy hermoso, desde que nos subimos en el taxi el camino hacia el departamento de Gabriel me la he pasado observando todo por la ventana, lo que más me gustó fue El Capitolio de los Estados Unidos, era muy grande, nunca había salido de Nueva York, así que me sorprendía fácilmente. Jeyden me decía las cosas que hicieron por algunos lugares que pasábamos. Señaló una esquina y me conto que Gabriel una vez había estado tan ebrio que creyó que ese poste era una persona y se puso a querer pelear con él.

- Lo más gracioso de todo es cuando intento dar un golpe al poste, él se cayó y lo culpo por empujarlo – dijo riendo con ganas y yo estaba igual.

- Gracias por dejarme en ridículo con mi hermana Jeyden.

- Para eso están los mejores amigos, hermano. – Gabriel volteo a vernos pero no estaba molesto, intentaba ocultar una sonrisa – Oye, sabes si Ada...

- No sé, Jeyden – mi hermano hizo una expresión para que se callara y este bajo la cabeza apenado. Gabriel volteo a verme y yo alce una ceja.

- ¿Quién es Ada, Gabriel? – lo mire seria y él se llevó una mano a la cara.

- Gracias por ponerme las cosas más difíciles, Jeyden. – él no lo miraba, así que mi hermano me respondió – La conocerás luego, te lo prometo – tomo mi mano y la apretó para después voltearse hacia adelante.

Cuando llegamos el portero nos ayudó a subir nuestras cosas y al llegar al piso mi emoción era mayor que antes, voy a conocer el departamento de mi hermano, estaba que saltaba de la felicidad, mis padres se lo habían comprado unos días antes de que el comenzara sus clases.

- Bueno, bienvenida a mi humilde morada – dijo con gracia y abrió la puerta.

Era espacioso, tenía su juego de sofás, televisión pantalla plana, la cocina era grande y había una mesa para seis persona, hacia la izquierda y derecha había pasillos, y un balcón de tamaño promedio. Admito que estaba muy bien estructurado y organizado como le gustaba a él. Gabriel me guio hacia mi habitación que estaba en el pasillo derecho.

- Yo duermo en la esquina del otro pasillo, en la habitación principal, pero si no te gusta este cuarto, podemos cambiar – se veía incomodo, se notaba que quería que pasara un buen fin de semana con él.

Mi habitación era pequeña, tenía una cama matrimonial grande, una mesa de noche, un espejo de cuerpo completo y una ventana, me gustaba.

- Es hermosa, no te preocupes – le sonreí y la tensión en sus hombros se fue.

- El baño está al lado de mi habitación y para lavar la ropa es este cuarto de aquí – me señaló y vi la lavadora y la secadora junto con los utensilios de limpieza.

- De acuerdo, desempacaré entonces – le sonreí y él se acercó a mí y me beso la frente.

- Haré que este fin de semana sea el mejor de tu vida – lo abrace y lo mire.

- No lo tengo en duda... – permanecimos en silencio y tuve que preguntar – Gabriel ¿Quién es Ada?

El solo me acaricio el cabello y me lo besó.

- La conocerás en la cena de hoy, así que ponte tú mejor vestido que iremos Jeyden, Ada, tú y yo – se le notaba un brillo de emoción en los ojos así que solo asentí.

- De acuerdo, esperaré entonces, ¿a qué hora será?

- Esta lista a las ocho. Ahora comienza a desempacar para que comas algo – y con eso se fue dejándome algo nerviosa por lo de la cena, pero feliz sabiendo que él lo estaba.

Lo que encontré en tiWhere stories live. Discover now