II. Es ella

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Me desperté por el ruido de la licuadora; el hecho de que mi hermano sí cocina, algunas veces es una bendición, otras una desgracia. En este momento, era lo segundo.

Tomé la almohada y la coloqué sobre mi cabeza soltando un bufido, me quedé así unos segundos, luego decidí que era momento de levantarme y bajar.

-Buen día, ¿qué hora es?- dije entrando en la cocina. Mi hermano estaba en la barra recargado, tomando un batido.

-Hola pulga, es mediodía, aquí tienes- dijo extendiendome un vaso con batido y un plato con huevos revueltos y dos rebanadas de pan tostado.

-¿Medio día?- pregunté abriendo mucho mis ojos. No puede ser, dormí demasiado, pensé.

-Así es, pero tranquila, que igual me acabo de despertar- me tranquilizó guiñandome un ojo.

-¿Tienes planes para hoy?- dije dándole una mordida a mi pan tostado.

-Nop, solo... debemos esperar que llegue la hora de irnos... ¿por qué?

-¿Te parece si jugamos a la play?- pregunté emocionada y el asintió en el mismo modo.

Luego de desayunar y recoger las cosas del desayuno, nos dirigimos a la sala para jugar.

-¡Vamosss!- celebré que le había ganado... otra vez.

-No es justo, haz practicado.

-Anda, claro... escoge uno tu, si no te parece que tu pequeña hermana te gane al FIFA.

-Pues dale, juguemos Call of duty- dijo seleccionando el juego.

-¡A la derecha! ¡A la derecha!- me gritó Ferran.

-Eso inten- ¡Joder! - grité cuando me mataron -Este juego es una mierda- murmuré molesta, odiaba perder en los juegos.

-¡Eh, eh! ¿Con esa boca besas a mamá?- me miró mal mi hermano.

-Calla bobo- dije rodando los ojos -¿Qué hora es?

-Las... 5:00 p.m

-¡Ostia!- dijimos los dos a la vez, levantandonos del sofa.

Eran las 5:00 y debíamos estar en el aeropuerto a las 6:30, tenemos menos de 30 minutos para bañarnos, cambiarnos e irnos.

Se nos pasó el tiempo jugando a la play. Ambos seguíamos en pijama, así que subimos corriendo las escaleras y ambos entramos a nuestros respectivos cuartos para ducharnos.

Opté por un conjunto deportivo color gris y un top blanco debajo para ir más cómoda.

Al terminar, bajamos las maletas y pedimos un Uber para irnos hacia el aeropuerto.

Cuando llegamos, nos dirigieron a una sala aparte, donde se iba a concentrar toda la selección.

Algunos chicos ya habían llegado, a pesar de conocerlos, no me llevaba del todo con ellos, y con los que sí, aun no llegaban.

-Voy al baño- le comenté a mi hermano levantándome del asiento.

-Vamos.

Nos dirigimos a los sanitarios y estaba revisando mis redes sociales mientras esperaba que Ferran saliera para volver con los demás, cuando sentí unos brazos rodear mi cintura.

-Tienes tres segundos para soltarme si no quieres quedarte sin brazos- dije amenazante a quien sea que estuviera tocándome.

-No muchas gracias, aún me sirven mis brazos- dijo la otra persona y yo giré en mi lugar.

-¡Joder tío! ¿Eres bobo o qué? ¿Cómo se te ocurre llegar y abrazarme así como asi?- dije dándole una colleja.

-También me alegra verte Torres- dijo sobandose.

 𝐑𝐄𝐃Where stories live. Discover now