𝐑𝐄𝐃

XIX. Abre

PABLO:

Estaba frustrado.

Al salir de la casa de Ferran, mi mente solo repetía la conversación con la pelinegra diciéndome que se iría, mi cabeza no daba para pensar en otra cosa, no sabía qué hacer pero sí sabía que debía intentar algo para evitarlo.

Recordé lo que hizo mi hermana cuando se mudó un tiempo a Madrid, ella estudiaba en Sevilla pero decidió hacer un cambio por un ciclo, el cual le aprobaron enseguida, sin perder clases o materias, ya que le respetaron las que ya había cursado. Recuerdo que le comentaron que el cambio podía ser por un solo ciclo o si ella lo prefería, podía acabar la universidad allí.

Así que al llegar a mi casa, llamé a Aurora y le pedí un poco de ayuda, cogí mi computadora e hice lo que me había dicho mi hermana.

Empecé con el papeleo.

-Mierda- exclame cuando vi el mensaje en la pantalla.

Lo intenté una vez más, pero nuevamente no me dejó, así que tuve que llamar a Ferran y le expliqué todo, sin contradecir él aceptó, lo guíe hasta donde yo me había quedado y estuve en la línea hasta que me avisó que el trámite estaba terminado.

En estos momentos, solamente rezaba para que todo saliera bien.

Los días pasaron y no tuve ningún tipo de contacto con la pelinegra, revisaba constantemente mi móvil para ver si tenía algún mensaje o llamada de su parte, pero nada, tal vez aún no sabia la noticia y no quería presionar a la chica.

Hoy era el último partido del año, jugábamos contra el Espanyol, Pedri había pasado por mi para ir al partido.

Llegamos al Camp Nou y fuimos a vestidores.

-Oye Gavi- me habló Ferran.

-¿Qué pasa?

-¿Te molesta si llegas un poco antes hoy? Después del partido si no es molestia, necesito ayuda en algunas cosas- dijo.

-Para nada... solo voy a casa a cambiarme y voy ¿vale?- hablé.

-Vale, gracias- aceptó y chocamos los 5.

El resto del equipo llegó y salimos a la cancha a calentar.

A decir verdad, entre la multitud yo buscaba a cierta pelinegra, la cual encontré luego de unos segundos, sus ojos se posaron en los míos y tuve que romper el contacto visual cuando el silbato sonó indicando que debía hacer "toques" a la cancha.

Ahora que sabía dónde estaba sentada la pelinegra, sabía a dónde apuntar si marcaba un gol.

Luego de unos minutos calentando, bajamos a vestidores a colocarnos la equipación completa para subir y dar inicio al partido.

Estába jugando muy bien, hasta que sentí una corriente eléctrica recorrer todo mi cuerpo luego de un golpe en mi espalda.

Me retorcía del dolor en el césped ya que justamente me golpearon dónde estaba lesionado.

LILI:

Hoy los chicos tenían partido y mi hermano se adelantó al campo, mientras que yo esperaba que Sira pasara por mi para irnos juntas.

Al llegar, localizamos nuestros asientos y estuvimos charlando mientras los chicos calentaban.

Sentí una mirada en mí proveniente de la cancha, por lo que me giré hacia ésta, encontrándome con esos ojos miel que reconocería en cualquier lado.

Ninguno de los dos apartaba la vista, pero fue él quien rompió el contacto visual cuando su preparador físico le indicó correr.

El partido iba muy bien, los chicos estaban jugando increíble y yo me cabreaba cada vez más al notar como los jugadores les hacían faltas a mis amigos y el árbitro se las pasaba por el culo.

-¡JODER, ÁRBITRO! ¡HASTA MI ABUELA LO HARÍA MEJOR QUE TU! ¡DEJA DE PASARTE LAS FALTAS POR EL CULO!- grité, en verdad estaba muy molesta, iban 3 faltas seguidas hacia mis amigos y el árbitro no hacía nada.

-Pablo- susurré luego de unos minutos al ver como caía al césped luego que un jugador le golpeara por atrás.

Me preocupé más al ver que no se levantaba y los chicos estaban a su alrededor.

Pablo había tenido molestias en la espalda luego del mundial, y al ver la repetición en pantalla de la falta que le cometieron pude ver que le habían golpeado justamente ahí.

Luego de unos instantes finalmente se levantó del césped y se dirigió a Xavi, los médico le pusieron algo que supongo fue analgésico tópico y siguió jugando.

Pasados unos minutos, pude notar como le costaba seguir el ritmo y hacia muecas de dolor, por lo que Xavi le hizo cambio.

El partido terminó con empate 1-1, Sira se despidió de mí y se fue a su casa, yo me regresaría con mi hermano y en unas horas vería a la morena nuevamente.

Bajé al estacionamiento y esperé recargada en el auto que Ferran saliera para irnos.

-¿Listo?- le pregunté cuando lo vi.

-Si, andando- dijo abriéndome la puerta del carro.

Al salir del estacionamiento, la calle estaba repleta de fans, por lo que yo simplemente acomodé un poco más mi gorra y miré hacia mi móvil, mientras Ferran paraba para sacarse algunas fotos.

Ya se me había hecho costumbre el llevar siempre gorra o lentes de sol, e incluso ya tenía un par de cada uno en el auto para emergencias, ya que Ferran siempre salía así a la calle se me pego su hábito. 

Antes de llegar a casa, pasamos al supermercado por algunas cosas que nos faltaban para la cena de esta noche.

Luego de pagar las cosas, nos montamos en el auto nuevamente y emprendimos camino a casa.

Al llegar, Ferran subió a tomar una siesta de 30 minutos, para después empezar a preparar la cena, por mi parte, empecé a planear la ropa que usaría esta noche.

Transcurrido el tiempo, mi hermano bajó a cocinar y yo le ayudé; aunque mi trabajo consistía en pasarle las cosas mientras él cocinaba, y sentarme en la barra de la cocina contándole cosas para hacer más entretenida su labor como chef.

-¿Necesitas ayuda?- ofrecí a Ferran.

-Respecto a la comida no, pero puedes ir sacando las cosas para poner la mesa, por favor- dijo y yo asentí.

Comencé a sacar el mantel, las servilletas, los platos, los cubiertos, los vasos y todo lo que Ferran me pedía.

-Abre, por favor- me pidió mi hermano al escuchar el timbre de la casa.

Me dirigí a la puerta para abrir y al momento de hacerlo me encontré con quien menos esperaba en estos momentos.

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Aviso que el siguiente capitulo... algo sucederá...
¿quién creen que esta del otro lado de la puerta?
Gracias por votar y comentar, así como él apoyo que esta teniendo la historia.
Espero que les esté gustando.
Lxs quiero.
-Lu.