𝐑𝐄𝐃

XXV. Algo ocurrió

PABLO:

No podía esperar más, así que al llegar a casa, rápidamente subí a mi historia una fotografía con Lili anunciando nuestra relación.

Mi móvil se volvió loco, tenía demasiadas notificaciones, no le di mucha importancia, pero por lo poco o mucho que vi, la mayoría de los comentarios eran positivos, y digo la mayoría porque no faltaron aquellos que dicen que ella está conmigo solamente por mi fama o dinero.

Aunque es algo que me tiene sin cuidado, en el momento en que empiecen a llegar comentarios negativos hacia ella, voy a tomar acciones inmediatas sobre el asunto.

Nadie va a hacer sentir mal o decir cosas malas a mi chica.

Mientras cenaba seguía leyendo las respuestas de mi historia, hasta que el nombre de Aurora apareció en la pantalla.

-¿Hola?- pregunté extrañado, no esperaba su llamada.

-¿Eres tonto o masticas piedras?- dijo tan solo aparecer en la pantalla cuando respondí.

-Buenas noches, antes que nada.

-Buenas noches nada, ¿Desde cuándo estás saliendo con la pelinegra y por qué no sabía?- cuestionó.

Ya sé por dónde va el asunto.

-Desde hace tres meses- contesté.

-¡¿TRES MESES?!- gritó y casi me deja sordo.

-Que si Aurora, tres meses.

-¿Y cuándo planeabas decírmelo? ¿Ah?

-Pronto- dije.

-Hagamos que te creo ¿Cuándo la voy a conocer?- preguntó.

-Pronto.

-¿Puedes dejar de decir "pronto" a todo lo que te pregunto, por favor? ¡Ni se te ocurra decir "pronto"!- dijo antes que pudiera hablar y justamente estaba por responder "pronto".

-No lo sé, Aurora, pensaba en llevarla a casa un fin de semana a presentarla- respondí a su pregunta.

-¡Hombre, pues para tu suerte vamos a ir a verte el fin de semana!- dijo entusiasmada.

-¿Cómo qué "vamos"? ¿Mamá y papá también?

-¡Ostia pues claro!- giró la cámara del móvil dejando ver a mis padres.

-¡Enhorabuena Pablo! Ya quiero conocer a esa chica- dijo mi madre y yo trague grueso.

•••

-¿Lili podemos hablar?- pedí a mi novia mientras tomaba agua en el descanso del entrenamiento de hoy.

-Claro...¿todo está bien?- dijo con cautela.

-Mis padres quieren conocerte- solté de golpe.

Ella empezó a toser; se estaba ahogando con el agua que estaba bebiendo; luego de darle unos golpecitos en la espalda dejó de hacerlo.

-¿Cómo dices que dijiste?- preguntó recuperándose.

-Mi hermana me ha llamado anoche, interrogandome sobre nuestra relación y me ha dicho que van a venir el fin de semana y que quieren conocerte- dije rascando mi cabeza nervioso.

-Ay Dios... ¿Y si no les agrado? ¿Y si no están de acuerdo con que estemos juntos? ¿Y si no me quieren para ti? ¿Y si creen que soy mala influencia para ti? ¿Para tu carrera?- dijo agobiada moviendo las manos.

-¡Ey, ey, ey! Tranquila- hablé mientras la agarraba por los hombros para que me hiciera caso -mis padres te van a amar, yo lo sé; le agradas a mi hermana desde el mundial, está más que claro que todo estará bien, ¿si? Confía en mí- pedí.