XII. Apuesta

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LILI:

Sonó mi alarma y me levanté a ducharme ya que hoy juega España contra Japón.

-¡Vaya! Estas despierta sin yo tener que hablarte, si que es un milagro- dijo Sira a mis espaldas a lo cual yo reí.

‐¿Qué puedo decir? Estoy de buen humor- dije sonriente.

-Será que alguien te pone de buen humor- hizo énfasis en la palabra alguien -Alguien cuyo nombre empiece por P y terminé en ablo Gavi-

-Puede ser...- dije haciéndome la loca.

Luego de vestirnos nos fuimos al lobby donde estaban los chicos ya listos para irse, nos despedimos de ellos y fuimos a desayunar con nuestras familias.

Una vez que terminamos, nos montamos en el auto y conduje hasta el estadio, ahí nos acomodamos en las gradas y Sira y yo bajamos a desearles suerte a los chicos.

-Suerte chicos, lo harán increíble- dije abrazando y besando la mejilla de cada uno; menos de Pablo, el cual giró su cabeza haciendo que besara la comisura de sus labios, lo cual me hizo sonrojar y él me guiño su ojo.

Subimos nuevamente a las gradas y el partido inició.

Tristemente habíamos perdido 2-1, no pudimos bajar al terminar el partido, por lo que nos dirigimos nuevamente al hotel.

El resto de la tarde, a pesar de comer juntos, los chicos estaban desanimados y no querian hacer nada más que estar con sus familias, lo cual era totalmente comprensible. 

Ferran y yo estuvimos con nuestros padres hasta la hora de la cena, donde nuevamente nos reunimos todos y cuando está acabo, nos fuimos directos a la cama.

En el desayuno, los chicos se encuentran aún algo desmotivados por la derrota, y como no me gusta ver a mi hermano ni a mis amigos así, les convencí de ir a la playa, tal vez eso les levante un poco el ánimo.

Luego de comer, subimos a nuestras habitaciones a reposar el desayuno y arreglarnos, ya que quedamos en vernos en la playa a las 12.

Sira y yo nos cambiamos y nos fuimos hacia la playa, me puse un bikini negro y una camisa blanca encima que le he robado a mi hermano, por lo visto aún no se ha dado cuenta ya que no me ha dicho nada, o tal vez, ya se acostumbró a que le robe su ropa, cualquiera de las dos.

Luego de extender nuestras toallas en la arena y dejar nuestras cosas, decidimos jugar voleibol otra vez, salvo que ahora Pedri y Ansu estaban mojandose en el mar como niños pequeños mientras nosotros jugábamos; éramos Pablo, Eric y yo contra Ferran, Sira y Laporte, ya que según Pedri y Ansu "estaban muy mojados y se les iba a resbalar la pelota, como la vez pasada".

Sara, la novia de Laporte, nos animaba desde una tumbona mientras jugaba con su pequeño.

Estuvo reñido el juego, ya que íbamos casi parejos.

-Hagamos más interesante esto- dijo Ferran mientras volvía con la pelota.

-¿A qué te refieres?- le pregunté.

-Los perdedores pagan la cena de esta noche- propuso Laporte.

-Hecho- aceptamos nosotros.

Llevábamos empate de 20 a 20.

-¡El siguiente punto gana!- gritó Eric.

Hice un saque, Pablo golpeó el balón pasándoselo a Eric, el cual lo aventó al equipo de mi hermano. Sira trato de golpear el balón pero fue muy atrás, Laporte cayó al intentar golpearlo y Ferran trato de pegarle al balón tirandose en la arena, pero éste ya la había tocado.

 𝐑𝐄𝐃Where stories live. Discover now