III. Compañero de vuelo

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Me he quedado tieso al ver a aquella chica, parece que he visto un muerto.

-Debes estar bromeando- me dijo el canario dejando su maleta en el piso nuevamente.

-Que no Pedri, te juro que es ella. Ella es la chica del bar- dije suspirando.

-Anda ya chaval, tranquilo, que seguramente viste mal, ahora sube al avión- habló palmeando mi hombro.

Hice lo que me dijo y me fui a mi respectivo lugar, me tocaba en el pasillo, así que subí mi otra maleta y me senté.

Saqué mis auriculares y los conecte a mi celular, puse play a mi playlist y esperé a que el resto subiera.  

LILI:

Luego de platicar un rato con los chicos, pude visualizar a Sira a lo lejos por lo que me retiré discretamente y me fui con ella, a decir verdad, ya no estaba entendiendo la platica de los chicos.

No tardó mucho en llegar mi hermano con nosotras para saludar a su chica, yo me quedé con ellos un rato, hasta que Luis nos dijo que era momento de abordar.

Me separé de ellos y fui a por mi maleta, antes de subir le pregunté a mi hermano sobre mi asiento, una vez que me lo dijo, fui a entregar mi maleta y subí al avión.

Quedé helada en el pasillo del avión cuando mi vista se posó en cierto chico.

Cerré los ojos con fuerza mientras maldecia en mi interior varias veces, quise bajar del avión pero era tarde, tenía a Laporte y a Eric detrás de mí; así que tuve que seguir caminando.

Tranquila Lili, ni te recuerda el chaval ese y no te vas a sentar con él, así que todo está perfecto, me dije a mí misma, tratando de calmarme.

Nada esta perfecto, todo se fue a la mierda. Estaba entrando en crisis, mientras más me acercaba, más me percataba que mi asiento era a su lado. No puede ser, tragarme tierra y escupeme en el fondo del mar.

Mis pasos se fueron haciendo más y más pequeños, quería retrasar el hecho de llegar a él, pero finalmente lo hice.

-Buenas. Permiso- pedí al chico para poderme sentar, noté como dio un pequeño brinco cuando le hablé.

-Eh, eh, si claro- dijo parándose de golpe.

Me pase y senté en mi lugar más tiesa que nada, hasta podría jurar que dejé de respirar unos segundos por la tensión.

Mi vista se posó en la ventana, aunque lo único que veía era la pista del avión, no me importó; no quería verlo a él. 

Poco a poco empezaron a subir los demás chicos y era mi oportunidad para cambiarme de lugar.

Pero mi idea se fue a la mierda, mí hermano estaba con Sira, claramente no me iba a cambiar el asiento.

Enfrenté de ellos estaban Eric y Laporte, ninguno de los dos iba a cambiarme el asiento.

Estoy perdida.

-¿Tan mal te caigo para que no quieras sentarte junto a mi?- se dirigió a mi una vez que volví la vista al frente.

-¿Disculpa?- me hice la loca.

-Vamos pelinegra, que te haz girado para ver a quién cambiarle el lugar -dijo mirándome -Tranquila que no muerdo- una sonrisa burlona apareció en su rostro.

-Ya sé que no muerdes- lo miré -y no me llames pelinegra... y volviendo a tu pregunta, no me giré para eso- mentí.

-¿Ah no? ¿Entonces para qué?

-Que fastidioso eres Gavira- dije rodando los ojos.

-Gavi- me corrigió

-¿Qué?

 𝐑𝐄𝐃Où les histoires vivent. Découvrez maintenant