XVII. Navidad

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-Hemos vuelto- dije dejando las cosas en la barra de la cocina.

Ayer habíamos llegado con mis padres a pasar unos por Navidad, justo ahora volvimos del supermercado con Ferran, mamá necesitaba unas cosas para la comida y nos pidió ir por ellas.

-Genial Lilian, gracias, ayúdame a hacer la comida- dijo agarrando las cosas.

Ferran acompañó a papá a buscar unas cosas que necesitaba mientras nosotras nos quedábamos cocinando.

Cuando volvieron, la comida estaba lista; después de comer, a Ferran se le ocurrió ir a la playa a correr, así que para no quedarme, decidí acompañarlo; subí a cambiarme y luego nos montamos en el auto, cuando llegamos aparcó y bajamos.

-¿A dónde vas?- me preguntó Ferran al ver que me acerqué al agua.

-A nadar, sabes que no corro- respondí obvia y el rodó los ojos.

-Bien, correré por aquí cerca, avísame si necesitas algo y por favor no te vayas hasta la mitad del océano- dijo mientras configuraba su reloj.

-De acuerdo hermanito, te amo- dije antes de quitarme mi ropa quedándome en traje de baño y meterme al mar.

Realmente amaba la playa, amo la arena, el sol, el agua fresca; pero ahora por ser diciembre el agua está más fría de lo normal aunque no tanto, no le di mucha importancia y aún así me metí y nade, al principio sentí lo frío del agua, pero conforme nadaba, el frío se me quitaba.

Además, es mejor nadar en agua fría, ya que así tus músculos se activan y trabajan; en cambio con el agua caliente se relajan.

No sé cuánto tiempo estuve nadando, pero debió de ser bastante, ya que Ferran estaba en la orilla esperándome.

-Pulga- me llamo -Es hora de irnos- me gritó.

Nade hacia la orilla y salí del mar, Ferran me extendió mi toalla para secarme.

-¿Qué hora es?- pregunté mientras me secaba.

-Casi las 20:00- dijo y abrí mis ojos como platos.

-¿Eso quiere decir que nade poco más de dos horas?- pregunté asombrada. El tiempo se había pasado muy rápido.

-Sip, vamos, debemos ir a cenar con mamá y papá. 

Subimos al auto y al llegar a casa me duché para cenar con ellos, ayudamos a mamá a preparar la cena y nos quedamos charlando hasta tarde los cuatro.

NOCHE BUENA

Hoy es noche buena, he ido al supermercado con Ferran otra vez, ya que ayer se le olvidaron las cosas para el relleno del pavo, y justamente le dije que eso estaba olvidando, pero él simplemente me respondió "no pasa nada, luego vengo".

Mamá se enojó cuando vio que no estaban las cosas, así que nos mandó otra vez al supermercado y había demasiada gente, llevábamos ya 30 minutos en la caja y aún no avanzaba.

-Te toca hacer la cena junto a mamá, yo saldré con papá- le dije a Ferran.

-Pero si tu siempre le ayudas a hacer el pavo- me reprochó.

-Si, pero eso apostamos cuando te gané jugando al FIFA- le recordé y el rodó los ojos.

-Bien, le ayudaré a mamá- dijo y yo sonreí.

Luego de estar casi una hora formados, por fin, pudimos pagar e irnos a casa.

-¡Papá! Vamos- dije una vez que llegamos a casa, antes de que mamá me pusiera a hacer el pavo.

 𝐑𝐄𝐃Where stories live. Discover now