✖ Fics collection (VashWood) ❌

XIX: Estalla como un arma

SEGUNDO NOMBRE: (como un arma cargada)

AUTOR: feelingfoxylmao

(Mención de masoquismo) (Basado en la versión de los 90s)

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Wolfwood no está muy seguro de cómo llegó a esto, una vez más, tal vez siempre terminarían enojados como gatos y dando vueltas entre sí como enemigos jurados en lugar de mejores amigos. Tal vez sea el destino, una cita que no puede perderse, pero cada vez que Vash lo irrita, Wolfwood pierde la cabeza tan rápido que lo hace parecer y sentirse estúpido. Su temperamento es una bestia impredecible en el mejor de los casos (él lo sabe, hace vagos intentos de detenerlo una vez que se sale de control), pero algo sobre intercambiar insultos venenosos con el que simultáneamente respeta más allá de lo creíble y también está cagado de miedo, en lo profundo de un lugar en sus entrañas que rara vez reconoce que existe. Uno donde de alguna forma siempre entra Wolfwood.

Han estado bebiendo toda la noche, Vash ignorando descaradamente sus advertencias murmuradas de 'tómalo con calma' horas atrás, y después de cierto punto, como siempre sucede cuando ambos están demasiado borrachos, se convierte en una escaramuza. Tan pronto como Wolfwood rompió un vaso estrellándose contra el mostrador (para enfatizar, mientras gruñía algo cruel), el cantinero, al darse cuenta y reconocerlos, hizo que los echaran a patadas. Fueron escoltados por varios hombres corpulentos fuera del edificio, arrojados sin contemplaciones a la luz crepuscular que goteaba gotas de lavanda por toda la calle. Los soles que se inclinan más allá del horizonte salpican todo lo que tocan con un brillo cálido y ferozmente anaranjado; sin embargo, todo lo que el sacerdote puede enfocar es el rostro de Vash, la sombra dura de sus ojos generalmente brillantes y la línea áspera de su boca.

Le gusta demasiado. Saborea saber que ha puesto esa expresión allí, en realidad. A veces, tarde en la noche, cuando el mundo es almibarado y cerrado en el ataúd de terciopelo de los sueños a medias, Wolfwood tiene un miedo terrible de que Vash sea demasiado blando para esto. Que no tiene el caparazón endurecido necesario para continuar la agonizante lucha todos los días, ningún exoesqueleto que se haya fortalecido al darse cuenta de que es ' matar o morir' en Tierra de Nadie. Wolfwood nunca expresa estos pensamientos, no en voz alta, de todos modos, pero todavía piensa, tal vez, que Vash podría saber de ellos. Los atrapa en su rostro, cuando Wolfwood no está siendo lo suficientemente cuidadoso con el sangrado inútil de su corazón de retazos para sofocar sus emociones.

Es peligroso amar a alguien en su línea de trabajo. Es francamente imprudente amar a Vash, de todas las opciones posibles, alguien tan fuera de su alcance como un simple mortal que no hay duda de que es un tonto, pero Wolfwood nunca ha sido muy bueno para resistir la tentación. Tampoco cree que pueda ayudarse a sí mismo, incluso si se esfuerza tanto como debería; Mira, es un hombre débil, y siempre lo ha sido. Ocasionalmente, cuando ambos se han emborrachado hasta convertirse en bastardos agresivos (con sus verdaderos pensamientos desvaneciéndose en un estupor alcohólico), Wolfwood se pregunta si Vash también lo amará. 

Jamás lo dirían, por supuesto, ambos petrificados por ponerle un nombre a esto, sea lo que sea. Lo haría demasiado tangible, demasiado real. Demasiado fácil de perder. Pero ciertamente lo sienten, atrapado entre ellos como un hilo rojo del destino, tan tenso y frágil que casi parece que podría romperse a veces. 

Como esta noche.

Wolfwood inició; empuja a Vash primero. Ha estado cada vez más cabreado a lo largo de las horas de tragar cervezas, después de haber visto a Vash dar una larga diatriba sobre abollar la pintura de un imbécil con nada más que un puchero avergonzado y una disculpa entre dientes. Había sido difícil no agarrarlo por la nuca y sacudirlo un poco entonces, pero después (una vez que los habían tirado), el tipo seguía allí. Procedió a darle a Vash otro regaño, exigiendo una compensación, ¡que Vash había aceptado y pagado! Ese había sido el punto de quiebre de Wolfwood, justo en ese momento, viendo el intercambio de dinero.