UN TRATO...

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-¿Como dices?-Me sorprendió esa frase quería saber todo lo que ahora ellos harían-¿Entonces no me odian?

-No te puedo asegurar eso pero-Se detuvo a pensar probablemente a pensar si debía decirme, soltó un suspiro y continuo-Mira después de que ustedes se fueron de la mansión otras manada se arriesguen ir lo más rápido posible sin comenzar la verdadera cacería a Aspen se le hizo raro eso así que las investigo y al parecer tu no eras la única humana en este mundo entre manadas de novenos.

Lo que dijo me dejo muda no sabia que decir, creí que la manada de Damián había sido la única en romper una de las reglas más importantes de los novenos.

-Padme-Volvió a hablar- De que es imposible de creer pero mi mundo se a vuelto un completo revoltijo cuando se supo la verdad de las demas manadas muchos novenos se separaron los dirigentes no saben que hacer con eso cada manada se fue a favor del que escogieron unos de fueron a favor de Aspen demostrando que estaban a favor de eliminar a los humanos involucrados en las manadas, y otros están decididos a estar fuera de Asfil y lo suficiente lejos de él dándonos a entender que están a favor de que no maten a los humanos involucrados y unos cuantos se quedaron para matar a los demás novenos que no están a favor de ello junto con la de Damián.

No podía creer lo que escuchaba era peor de lo que creí mi manada me necesitaba pero no querían involucrarme, antes escondía lo que encerio era porque tenía miedo de ser descubierta y que me quisieran eliminar y huir como una cobarde pero pensándolo bien no sirvió de nada esconder lo que encerio era Damián tenía razón yo tenía algo en mi algo oscuro, y el echo de esconderlo solo la afecto a ellos y a más novenos ahora era cuando tenia que ser yo con todas mis fuerzas y dar la cara por mi manada tal vez lo que diría a continuación sería algo loco y también seria irme a meterme a la boca del lobo pero era mi manada la que estaba en peligro y la manada... la manada es la manada...

-Llévame con ellos.- Le di una mirada seria para su supiera que era encerio.

-¿Oye estas loca?-Abrió mucho sus ojos con sorpresa.- Padme si tu manada dejo que te alejaras fue por algo ¿no?.

-Es mi manada la que esta allá, no puedo dejarlos solos en esto- Sentí un nudo en mi garganta y mi mirada estaba apunto de umedeserse pero la comprimiria.-Estoy decidida a hacerlo Aspen aún no sabe de lo que soy capaz ningún noveno me conoce tal y como soy, pero ahora es hora de que me conozcan.-Al decir tomé un aire inferior e intimidante o bueno al menos así lo sentí yo.

-Es encerio planeas enfrentarte a el-Frucio su ceño.

-Si, Aspen aún no me conoce bien de lo que el cree.- Me cruce que brazos.

-Encerio lo crees así el se la pasado viéndote tal vez ya sepa lo que quien sabe que dices tu-Hizo una mueca.

-Callate ¿Si? Se esconder a la perfección lo que encerio no se debe ni mencionar- Tomé una bocana de aire para después soltarlo-Necesito que me ayudes a buscar a mi manada, si sabes eso de ellos debes saber donde están.

-Buen punto. Pero- Corto la palabra y su cara que antes mostraba un rostro de enojo ahora mostraba una sonrisa maliciosa-¿Que ganó yo?.

Sabía a que venía eso me disgusto frunci el ceño con desagrado y me acerqué a el y acerqué algo mi rostro al suyo rompiendo cualquier espacio personal que había entre nosotros.

-Se a que te refieres pero no voy a caer me mostrarás en donde esta mi manada si o si.

-Te vez tan sexy cuando actúas así. Te sienta bien.- Me guiño el ojo derecho con una sonrisa juguetona. Pude sentir mis mejillas arder sabía que estaban rojas.

Ahogue un grito en mi interior me dieron ganas de golpear su abdomen me cubri las mejillas con las manos tratando de que no se viera su color rojizo. El echo una carcajada.

-Pareces un jitomate-Se burlo.

-Ya basta y callate no quiero que me coquetees-Le reclame.

-De serca te vez hermosa-Senti como sus ojos adservaron mi rostro como si estuviera fascinado sus ojos viajaron hacia los míos y se detuvieron.

-Eso ya me lo habían dicho antes.- Me enderece poniendo otra vez la distancia que había antes.

Mi semblante se volvió serio y entoces aquel recuerdo que me gustaría haber eliminado de mi mente volvió a mi.

(-Eres hermosa Padme.)

(-¿Más que la muerte?)

(-Tan hermosa como ella.)

(-¿Y cual te gusta más?)

(-Ambas son lo más hermoso que he visto.)

Sacudí mi cabeza alejando aquel recuerdo que no quería que me rompierá más no quería mi corazón echo echo pedazos y sentir un ollo en su lugar uno del que no abria manera de llenar.

Me diriji al chico y volví a preguntar.

-¿Entonces Me ayudaras?

El guardo silencio y prefirió mirar otra dirección como si lo pensara tenía curiosidad de saber lo que pensaba pero por desgracia no leía mentes.

El chico tomó un suspiro y me miró.

-Si, te ayudare pero quiero algo acambio no hago las cosas gratis.

-¿Y que es lo que quieres?- Me cruze de brazos y frunci el ceño.

-Mira si vamos a estar trabajando juntos podríamos ser como una pareja.-Dijo con normalidad.

-¿Que?-Eche una carcajada en forma de burla.

-Si mira podríamos fingir de pareja para disimular ante algunas personas servirá como camuflaje ya que los novenos no podemos sentir amor, pero enrealidad nos protejeremos nos cuidaremos la espalda.

-Yo solo protejo a mi manada.-Me negué a su petición.-Pero bueno da igual será temporal.

-Tal vez esta es una de las cosas por las que no nos llevaremos bien, no te gusta nada.-Me regaño.

- Lo siento yo soy así y te aguantas.

-Entonces ¿cerramos el trato?-Enarco una ceja.

-Sip.

-Bien entonces que empiece el trato socia, será un placer trabajar contigo.

EL PELIGRO DE TENERTE CERCA (DAMIAN & PADME) Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt