Un plan perfecto, y un nuevo mundo.

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Padme.

A la mañana siguiente me desperté con un maldito dolor en el cuello debido a que el chico me había dejado heridas bastantes fuertes en mi cuello. Damián estaba molesto después de escuchar mis quejidos, si puediera volverlo a matar lo mataría mío veces peor.

En la noche los delirios del chico llegaron asta mi habitación que no pude dormir mucho, su tortura duró el máximo de 2 horas y media.

Damián siempre supo como desquitarse cuando alguien llegaba a tocarme tan solo un pelo estoy segura que Damián haría todo un mundo arder si yo ya no estaba...

Sacudí la cabeza tratando de alejar aquellos pensamientos, no quería imaginar que en algún momento yo no estuviera para Damián o que Damián no estuviera para mi. Salí del baño secandome la cara en cuanto entré al cuarto encontré a Damián acostado en la cama.

El estaba acostado boca abajo con los brazos por los lados sin su blusa... me gire rápidamente y me cubri mis mejillas sintiendo el ardor de ellas.

¡Demonios! Tenía ganas de gritar.

Respire ondo controlando la respiración no tenía que despertarlo había costado mucho que se durmiera después del coraje que se llevó al ver mis marcas del cuello. Comenze a caminar en dirección a la cama tomando mi ropa que tenía antes de mi cambio de look. Comenze a quitarme mi ropa que tenia puesta y después me puse la otra que era una camisa negra y unos pantalones de mezclilla negros después me puse mis botas trenzadas y ate mi cabello en una coleta alta.

Comenze a caminar en dirección a la puerta para salir de la habitación y dirigirme a sala donde estuvimos todos anoche el lugar era frío debido a la oscuridad y lo vacío que estaba el lugar mis hermanos y yo jamás pensamos que el lugar sería necesario de ocupar asta ahora por esa razón no habíamos comprado tantas cosas acogedoras para el sitio, al menos habíamos comprado unos muebles y las camas que para mi eran más importantes para pasar la noche.

Llegando a la sala me encontré con Poe quien leía un libro sentado. Ni siquiera sabía que habían libros aquí no me había tomado el tiempo para recordar que más cosas habían traído mis hermanos. El elevo la mirada y una de esas sonrisas amigables pero al mismo tiempo lujuriosas se mostró en su rostro.

-¡Pastelito!-Se levantó con ánimo.-¿Damián aún no despierta?-Pregunto echando vistazos atrás de mi.

-No y será que mejor no se despierte porque en la mañana estaba muy molesto.-Me talle la cara recordando sus gestos de enojo.

-Me lo imagino.-Miro sus pies por un segundo y volvió a mirarme.-Hay que hablar de algo muy serio.

Yo asentí y me acerqué aún lado suyo tomando asiento.

-¿De que es?-Pregunte porque en mi mente estaba la duda de dos temas de conversación.

Una. Sería sobre las advertencias claras de Eris. Dos lo que Aspen desataria contra nosotros al momento de atacar.

-Es sobre Eris.- Me confirmó mi primera opinión.

-Poe.-Lo llame.- Tengo una pregunta para ti.

-Soy todo tuyo Pastelito.

-¿Te sigue doliendo lo de Eris?-Mi pregunta al principio lo desconcertó pero después echo una carcajada con la que frunci el ceño.

-¿Estas bromeando? ¿Cuando as escuchado que Poe Verne el rico y guapo y más que eso, sufre por una mujer que está loca?-Sonreí con diversión ante su respuesta.

-Eres un mujeriego Verne.-Le di un golpe en su pecho mientras reía.

-Auch heriste mis sentimientos.-Se tocó el pecho fingiendo dolor.

EL PELIGRO DE TENERTE CERCA (DAMIAN & PADME) Where stories live. Discover now