Ella sabe como hacer caer a un hombre con facilidad.
Posee el encanto natural que cualquier mujer desearía tener.
Es hermosa, atrevida, sensual, cautivadora y sobretodo manipuladora.
¿Quién diría que terminaría relacionada con uno de sus pilotos fav...
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Aterrizamos en Milán el lunes por la tarde casi noche, llegamos al hotel entrando yo primero y luego Sainz, pedimos una suit para tener mayor espacio, pasamos el día tranquilos, viendo y comiendo películas.
Hablé con los chicos en la mañana y les dije que había renunciado, que la carta se iría directamente a la aerolínea, mis padres habían arreglado todo y ellos me escucharon, les tuve que decir indirectas que renunciaron aunque ellos ya lo tenían pensado hacer pero no ya, ellos querían renunciar en unos 2 años, sin embargo les di a entender que tendríamos demasiado tiempo para hacer nuestras cosas, podemos viajar donde y cuando se nos de la gana y no sufrir más con los Jet lags casi a diario. Sainz apoyó diciendo que le gustaría tenerlos en cada GP ya que un día bastó para que estos se llevaran tan bien.
Sobre el trabajo hablamos sobre crear algo juntos, me animaron a seguir con el modelaje con mayor seriedad y aceptara de nuevo los contratos aunque para ellos era muy importante seguir el legado de su familia, ese era el punto inicial por el cuál tenía que hacer que renunciaran.
El martes Carlos salió a cumplir con un compromiso con algunas personas, por mi parte hice llamadas con la aerolínea tratando de dejar todo en orden. La renuncia había sido aceptada el mismo lunes a tempranas horas.
Mi vida como tripulante de cabina había acabado.
Ahora me encuentro con Sainz acompañándole para la siguiente carrera que sería en Mónaco, casa de Charles.
En la noche salimos a cenar a un restaurante privado junto a Caco, luego fuimos a caminar por las calles de Milán y no habían muchas personas caminando por las calles ya que minutos antes había dejado de llover, algunas personas se acercaban a Carlos a pedirles fotos y deseándole suerte para la siguiente carrera, a veces yo les tomaba las fotos y se notaba que se iban feliz por verlo.
Crucé mi brazo alrededor del suyo y sonreí pegando mi cabeza en su brazo.
-Sabes... esto me recuerda cuando te pedí una foto en Rusia- sonreí recordando cuando le pedí una foto por las calles de ese país.
-¿Qué!- se detuvo y me miró.
-Si- solté una risa nerviosa -Andaba de viaje con una amiga, fuimos a ver la carrera y bueno, estuvimos en el mismo hotel y te pedí una foto- seguimos caminando y quité mi brazo del suyo.
-No te creo en absoluto- dijo levantando una ceja.
-¿Me estás llamando mentirosa?- dije alzando una ceja divertida.
-Depende, ¿Eres buena mintiendo?- cuestionó.
-Soy una pésima mentirosa- mentí.
Obviamente no le iba a decir que era buena mintiendo, no quería que dudará de mi en ningún momento.
-Eso lo diría una buena mentirosa- miró hacia otro lado y yo me abalancé sobre él y me tomó de la cintura poniéndome frente a él caminando de retroceso mientras él nos dirigía.
