Ella sabe como hacer caer a un hombre con facilidad.
Posee el encanto natural que cualquier mujer desearía tener.
Es hermosa, atrevida, sensual, cautivadora y sobretodo manipuladora.
¿Quién diría que terminaría relacionada con uno de sus pilotos fav...
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—Muy bien, Alessa, buena práctica la de hoy— dijo sonriendo y yo asentí mientras abría la monster que tenía en mis manos.
—Amor, deja de tomar eso, no es bueno para tu salud— dijo Carlos llegando a nuestro lado y yo hice una mueca.
—No— le saqué la lengua y bebí de la lata.
—Le dices que no y para ella eso es un hazlo— dijo Josh quitándome la lata de la boca y manos.
—¡Oye!— dije frunciendo el ceño.
—De nada— le susurró a Carlos mientras llevaba la bebida a su boca y bebía de esta.
Carlos solo sonrió y miró a mi compañero de escena que nos observaba con diversión.
—Lo sentimos por interrumpir, queríamos verla— dijo Carlos y él asintió.
—Tú lo sientes, yo no— dijo Josh y Sainz le dio un codazo de manera disimulada —¡No me pegues!— fingió dolor y yo negué con la cabeza arrebatándole la bebida.
—Dame esto, es mío, maldito abusivo— dije a lo bajo y Carlos comenzó a reir.
—Te escuché— dijo entrecerrando sus ojos y yo alcé una ceja.
—Me da igual— me di la vuelta y caminé a la banca.
—Bueno, yo me tengo que ir, debo ir a una sesión de fotos en mi país y a una premier— dijo despidiéndose de los tres y yo asentí.
—De acuerdo, nos veremos la próxima semana— dije y él asintió.
—Adiós, Alessa— dijo tomando sus cosas y yo sonreí con amabilidad.
Se despidió de los chicos y se fue dejándonos a los tres solos.
—Creí que no te iba a ver esta semana— dijo Carlos dirigiéndose a Josh y yo lo miré extrañada.
—¿Desde cuándo ustedes son tan amigos?— pregunté con burla.
—Desde siempre— dijo Carlos abrazándome por detrás y yo lo miré asqueada.
—Estoy sudando— alcé mi ceja y la obviedad en mi voz se hizo presente.
—Te he tocado sudada mientras estamos haciendo otras cosas— dijo cerca de mi oído con voz seductora y Josh carraspeó.
—Saben, tengo un buen sentido de audición— la expresión en su rostro detonaba hipocresia pero se le notaba que quería reir —Escucho perfectamente lo que hablan— finalizó y negó con su cabeza.
Comenzamos a reir Carlos y yo para luego separarnos y tomar mis cosas. Ya nos íbamos al hotel en el que se hospedaban los chicos de Ferrari.
Fui rápido por mi auto junto a Josh mientras Carlos nos esperaba en la entrada como le había pedido.
