Ella sabe como hacer caer a un hombre con facilidad.
Posee el encanto natural que cualquier mujer desearía tener.
Es hermosa, atrevida, sensual, cautivadora y sobretodo manipuladora.
¿Quién diría que terminaría relacionada con uno de sus pilotos fav...
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—Quédate en el apartamento— le dije cuando llegamos a Mónaco.
—¿Tienes apartamento acá?— asentí feliz.
—También casa— dije sonriente.
—No me extraña, viendo tu enorme mansión— dijo divertido.
—Mansión que pertenece a mis padres, no a mi— rodeé los ojos —El departamento lo es, la casa es de la familia— hice una mueca.
—Y pronto comenzarás a tener propiedades a tu nombre— me animó sonriendo.
Asentí.
Íbamos en el auto, él manejando y yo de copiloto, puse algo de música mientras íbamos camino al departamento que estaba en el circuito, la casa estaba al otro extremo, en las zona más prestigiosa de Monte Carlo. Llegamos al departamento, entramos y dejamos nuestras cosas cerca de la puerta, le di un pequeño tour y le mostré su habitación.
Lastimosamente no pudo quedarse más tiempo en el departamento ya que tenía un partido al cual tenía que asistir, yo quedé con encontrarme con Kika en el estadio así que me comencé a alistar después que Carlos se había ido.
Llegué al estadio cuando el partido ya había iniciado, me acerqué a Kika que estaba en la cancha, me puse a su lado y la saludé.
—¡Alessa!— me abrazó emocionada y me dio un beso, repetí su acción —¡Me alegro volver a verte, luces hermosa!—
—¡Gracias!— sonreí —Tú también te ves hermosa, muy cómoda—
Hicieron pausa de medio tiempo y Pierre se acercó a Kika y me saludó.
—¡Alessa!— me dio la mano y un beso en la mejilla.
—Gasly— saludé amable y le di un beso en la mejilla.
—Ya mi chica estaba desesperada que no venías—
—Pierre!— se quejó su novia un poco nerviosa.
—No tengo el auto acá y olvidé avisar para que me lo trajeran, me tocó caminar— me excusé.
—Es eso o no querías levantar más sospechas con lo de Carlos— dijo Pirrre y Kika le dio un golpe para que guardara silencio.
—Así que ya saben de esos rumores— dije un poco incómoda.
—Si... es de lo que se habla— dijo la chica forzando una sonrisa.
—Solo son rumores, en realidad esa foto está fuera de contexto—
—Pues no parece fuera de contex...—
—¡Pierre!— lo interrumpió su novia.
—Lo siento— se disculpó.
—Descuida— sonreí.
Carlos estaba sentado al otro extremo charlando con alguien, sentí su mirada y asintió su cabeza como saludo y yo hice lo mismo. Se puso de pie y comenzó a caminar a nuestra dirección.
