¿Me amas? - El Internado Laguna Negra. Iván Noiret

ʟᴀ ʟᴇʏᴇɴᴅᴀ ᴅᴇ ᴇᴠᴀ

𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂 𝑳𝒊𝒂

Estábamos todos menos Iván sentados en el final de las escaleras, justo al lado del despacho de Noiret.

Estábamos concentrados en nuestras cosas hasta que alguien le lanza algo a Roque.

Ese "alguien" efectivamente era Iván y le había lanzado un jersey del uniforme.

Iván: Tú, Rompetechos, a ver si te fijas un poquito cuando coges la ropa.

Roque se levantó un poco molesto por lo que Iván le había dicho.

Roque: ¿Qué dices, chaval?

Iván: Primero, que parece que no conoces tu talla -dijo cogiendo el jersey- y segundo, que mira, aquí pone tu nombre, ¿lo ves? -cogio la parte donde ponía su nombre y se lo enseñó a Roque- E-na-no, ¿Eh?

Roque: Muy bien.. -dijo entre dientes-

Iván: Que pareces nuevo.

Dijo Iván para finalmente darle de nuevo el jersey que le pertenecía a Roque.

Julia: En cambio, tú no eres nuevo para nada. O sea, sigues siendo el mismo borde gilipollas de siempre.

Iván: Mira, niñata.. -dijo acercándose a Julia-

Lia: ¡Bueno, basta ya!

Todos se quedaron en silencio, pero no era por lo que dije, no... Era porque Marcos acababa de salir del despacho.

Marcos: Carol. Te toca.

A partir de ahora, Noiret nos dará la medicina de uno en uno para que no sepamos quién es su traidor, en fin.

Cuando Carol salió del despacho, tenía una mirada perdida y cara de preocupación.

Marcos: ¿Te pasa algo?

Carol: Te toca. -le dijo a Roque-

[...]

Estábamos en la habitación de los chicos intentando acceder al portátil de Héctor. 

Era Vicky, Carol y Marcos quiénes estaban averiguando la contraseña para poder acceder, mientras yo, estaba acostada en la cama de Caye junto a Julia.

Roque estaba en su cama e Iván también, jugando con una pelotita.

Carol: Bueno, prueba con Samuel Espí.

Vicky: Nada -dijo después de intentarlo- no va a haber manera de que el ordenador de Héctor arranque.

Marcos: No venga, Vicky, tienes que conseguirlo. Prueba.. con Laguna Negra.

Roque: Pero, ¿qué esperáis encontrar ahí dentro?

Marcos: A lo mejor, Héctor fue apuntando las cosas que descubría, los últimos días antes de morir.

Iván: O igual también están las preguntas del examen de recuperación. Con un poco de suerte, Elsa, nos pone las mismas y lo guardamos.

Julia: Tú ni con las respuestas apruebas, hijo.

Iván se sentó de un golpe en la cama con una sonrisa en su cara.

Iván: Vicky, prueba a ver... la cazafantasmas me toca los cojones.

Todos suspiraron a la respuesta de Iván, todos menos yo, no entendía que estaba pasando entre ellos dos la verdad. Iván casi no me cuenta nada.

Carol: Bueno, es una suerte que Jacinta haya guardado el ordenador de Héctor. Por lo menos no han llegado a manos de esos nazis.

Mientras ellos hablaban, pude ver como Roque cogía algo de la mesilla. Parecía un teléfono pero no sé de quién.

Vicky: Lo que sería una suerte es que esto arranque.

Roque: Me meo. Ahora vengo, ¿vale? -dijo para después irse-

Vicky: A ver... Marcos y Paula.

Lia: Prueba Irene Espi.

Después de unos minutos intentando averiguar la contraseña, nada dio resultado así que Vicky hizo lo que mejor se le da hacer... hackear.

Vicky: Voy a probar una cosa. Voy a conectar los dos portátiles -dijo mientras sacaba unos cables- a ver si así puedo decodificar la contraseña. Esto me va a llevar un buen rato.

Julia: Esto no son más papeles del colegio -dijo mientras miraba unos papeles- no vas a sacar nada en claro.

Iván: Pues existen muchas probabilidades de que estén los comentarios de texto que hizo tu amiguito el cara de culo, el año pasado. Me han dicho que son.. orgásmicos.

Lia: Callaos de una vez, me tenéis hasta los ovarios. Solo hacéis pelearse y pelearse, joder.

Estaba ya hasta arriba de estar todo el día oyendo sus estúpidas peleas que no llevaban a ningún lado.

Saqué de aquella caja una foto bastante antigua de los vengadores, le di la vuelta y ponía.

𝐒𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 𝐯𝐞𝐧𝐠𝐚𝐝𝐨𝐫𝐞𝐬

Me levanté de un salto de la cama y fui hacia Vicky y Carol.

Lia: Prueba con esto. Siempre vengadores.

Le enseñé la foto a Vicky para seguidamente ponerlo en la contraseña.

La contraseña estaba correcta.

Carol: Claro, ¿cómo no se nos ocurrió antes?

Cuando nos metimos en las carpetas no había nada, así qué Vicky se metió en internet y empezó a rastrear sus búsquedas por esta.

Julia: La última entrada fue justo el día que murió Héctor.

Lia: Sabemos leer, Julia. -dije de mala forma-

Marcos: Conrad Hommel, ¿quién es ese?

Vicky: Es un pintor alemán. Nace el 16 de febrero de 1883 en Mainz, fallece el 11 de noviembre de 1971, en Sielbeck.
Hitler utilizó sus cuadros como propaganda del Tercer Reich.

Carol: Pincha en galería.

Marcos: Pincha en este -dijo señalando uno-

Cuando salió la foto, todos nos quedamos en shock.

Lia: Ritter Wulf y su hija... Eva.

Julia: Ella es la fantasma.

[...]

Estábamos todos menos Roque buscando a Carol, nadie sabía de ella desde hace un buen rato.

Vicky: ¿Has visto a Carol?

Le preguntó Vicky a Roque, el cual, venía hacia nosotros.

Roque: ¡Que va! Hace mucho que no la veo.

Julia: Ya sabemos lo que nos quiere decir el fantasma. Tengo frío.

Roque: ¿Qué tiene frío? ¿Y eso qué significa?

Vicky: Pues no sé, que igual murió congelada.

Roque: Claro. Bueno, ahora me lo contáis, ¿vale? Que he perdido los apuntes de mates y pasado mañana hay examen.

Lia: ¿Por qué estás tan nervioso? -dije extrañada-

Roque se dió media vuelta ya que estaba por irse y me miró.

Roque: Seguramente por el examen.

Cuando Roque se fue, nos quedamos extrañados mirándonos el uno al otro en un total silencio hasta que hablé.

Lia: Oye, no sé vosotros, pero no me trago el cuento de que esté tan nervioso por el examen.

Dije para finalmente irme a mi habitación.

Nadie sabía lo que esa noche nos esperaba.