ᴇʟ ᴄᴇɴᴛʀᴏ ᴅᴇ ʟᴀ ᴛɪᴇʀʀᴀ

320 22 0
                                    

𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂 𝑳𝒊𝒂

Estaba en mi habitación junto a Julia, esta estaba acostada en su cama y yo sentada en los pies. Mientras que Amaia estaba estudiando con los auriculares.

Estábamos hablando de nuestras cosas hasta que Vicky entró al cuarto un poco alterada.

Empezó a revisar en todos sus cajones desesperada.

Julia: ¿Qué te pasa? -dijo sentándose-

Vicky: Necesito saber cómo está mi padre. Tengo que llevarle algo de valor al soldado ese.

Vicky se acercó hacia a Amaia.

Vicky: Amaia. -no contesta- Amaia.

Amaia: ¿Qué?

Vicky: Que si puedes salir un momento que tengo que hablar con Julia y Lia.

Amaia: Resulta que esta también es mi habitación. Pero vamos que, por mí, puedes hablar de lo que quieras. No tenía pensado escucharte.

De repente entró Iván, se le notaba que estaba preocupando por algo.

Este al entrar, se hizo daño en la mano ya que si cortó en los pasadizos con las piedras.

Lia; Iván, ¿estás bien?

Iván: ¿Habéis visto a Roque y a Marcos?

Vicky: No. Están en los pasadizos, creo.

Iván: Amelia les ha perdido de vista ahí abajo. No aparecen por ninguna parte.

Vicky: Bueno, tranquilo. A lo mejor se han entretenido buscando al hombre ese de los sueños.

Lia: Pues hay que encontrarles.

Iván: Mi madre me ha dicho que los accidentes que ha habido son provocados.

Amaia se levantó de la silla y fue hacia nosotros.

Amaia: ¿Crees que ha podido pasarles algo?

Iván: No lo sé, pero no voy a quedarme aquí arriba para preguntármelo.

Después de que dijera eso, Iván salió de la habitación. Salí detrás de este, Amaia después y por último Vicky y Julia.

[...]

Por fin habíamos llegado a dónde se suponía que debían estar. Era el ascensor.

Iván: ¡Marcos!

Cuando nos asomamos, pudimos ver a Roque y Marcos. Aun que también vimos que estaban muy abajo, el ascensor estaba totalmente destruido.

Julia: ¿Estáis bien?

Debíamos hablar gritando si queríamos que nos oyeran.

Marcos: Estamos bien. Ayudadnos a salir.

Iván: ¡Voy a por una cuerda!

Después de unos pocos minutos, Iván llegó con la cuerda. La lanzamos y con la ayuda de todos pudimos lograr sacarlos.

Marcos fue el último en subir, una vez arriba, abrazó a Iván.

Marcos: Gracias, Iván.

Iván: A mandar. ¿Estáis bien?

Marcos: Si

Una vez que acercó a nosotros, no pude contener las ganas de abrazarlo y lo hice. Él respondió enseguida.

Amaia: Eso tiene mala pinta -dijo refiriéndose a una herida- Habría que desinfectarla.

Iván iba a quitar la cuerda pero Marcos lo detuvo.

Marco: No, no, Iván, Iván. Deja la cuerda ahí.

¿Me amas? - El Internado Laguna Negra. Iván Noiret Where stories live. Discover now