ᴅᴇꜱᴘᴜᴇꜱ ᴅᴇ ʟᴀ ʟᴜᴢ

343 14 0
                                    

𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂 𝑳𝒊𝒂

Iba por los pasadizos junto a Julia e Iván, entre ambos ayudábamos a esta para que nos pudiera guiar hacia donde estaba Eva.

Yo iba hablándole a Julia para que esta no se durmiera, estaba al borde de la muerte.

Julia nos iba guiando por los pasadizos hasta que llegamos a un sitio que conocíamos perfectamente.

Lia: Por aquí se va al piso dos -dije preocupada-

Iván: Joder. ¿Cómo coño vamos a entrar ahí?

Iván dejo a Julia conmigo mientras que él iba a ver como podíamos entrar.

Iván: ¿Esto qué mierda es?

De la nada oímos un grito, era un hombre que nos estaba llamando la atención.

Hombre: ¡Eh! ¡¿Qué hacéis ahí?! ¡Quietos!

Nos estaba apuntado con una pistola, la verdad, ya he perdido la cuenta de cuantas veces he sido apuntada con una.

Me escondí detrás de Iván y Julia, puede que en ese momento me aprovechara un poco de que son más altos.

Nos metieron en aquella sala que habían tantas jaulas, a mi me metieron en uno y a ellos dos en otra.

Agradecía eternamente a Iván de que estuviera junto a Julia en ese momento.

Yo estaba sentada con los rodillas pegadas a mi pecho mientras lágrimas caían de mis ojos recorriendo mis mejillas.

Iván le repetía una y otra vez a Julia que aguantara y no cerrara los ojos pero esta no podría aguantar mucho más.

De repente noté un silencio, no eran los típicos silencios incómodos, era un silencio de pena y dolor...

Levanté mi mirada y pude observar a Julia con los ojos cerrados en los brazos de Iván.

Lia: Julia...

Iván y yo empezamos a gritar para que nos sacaran de ahí pero parecía nuestro fin.

Después de unos pocos minutos, la puerta se abrió dejando ver a Marcos y... ¿Amaia?

Iván: Marcos, sácanos de aquí. Corre.

Lia: Julia está fatal..

Amaia le dió algo a Marcos con lo que pudiera hacer palanca y funcionó. Nos sacó a los tres de ahí..

Nada más salir, no podía expresar todo lo que sentía, solo quería llorar sobre alguien.

En cuanto salí, me tiré a los brazos de Amaia. No nos llevábamos muy bien pero era mi prima, y en el fondo la quería.

Marcos nos explicó que también tenían a Paulita ahí abajo, que se la había llevado su abuelo.

Fuimos hacía el ascensor de nuevo y no sé cómo, pero consiguieron abrirlo. Nos montamos y fuimos hacia abajo.

Nada más salir, nos dividimos en dos grupos.. Uno; Amaia y Marcos. Dos; Iván, Julia y yo.

Julia nos dió indicaciones de por dónde debíamos ir.

Después de unos pocos minutos andando, llegamos a una gran sala.

Ahí, estaba la urna junto a una máquina. Creo que de ahí salía la gran luz.

Iván me dejó junto a Julia en el suelo, al lado de la máquina..

Este se acercó hacia la urna.

Iván: Pero si es igual que Paula. Y está congelada como en los dibujos del cuaderno de Wulf.

Julia: Iván, desconectala, por favor...

Lia: ¡Rápido, Iván!

Iván: Si. ¿Cómo? ¿Cómo?

Lia: El extintor, Iván..

Cuando justo Iván iba a empezar a darle golpes al cristal apareció Noiret..

Noiret: ¡Suelta eso! -dijo apuntándole con una pistola- Suelta eso o te mato.

Lia: ¡Déjalo en paz! ¡Julia se está muriendo pedazo de psicópata!

Noiret: ¡Cállate inútil! -esta vez me apuntaba a mi, pero por poco tiempo ya que volvió hacia Iván-

De repente apareció un señor mayor, pude reconocer esa cara en cualquier aldo.

Lia: Wulf...

Wulf: Aléjate de ella, y os ayudaré.

Noiret: Iván, suelta ese extintor..

Julia se desmayó en mis brazos, no sabía que hacer y mis lágrimas empezaron a salir.

Noté que Iván también soltaba otra lágrima, no podía para de mirar a Wulf.

Un puto psicópata de mierda estaba frente a mis narices y yo no podía hacer absolutamente nada..

Wulf vio que Iván no soltaba el extintor y se lanzó sobre Noiret.

Wulf: ¡¿Pero que haces?! ¡Dispara! ¡Mátalo de una vez!

Noiret no se atrevía a matar a Iván y bajo su pistola, haciendo que este le diera un fuerte golpe a la urna y se rompiera el cristal.

Iván vino hacia nosotras corriendo, Julia acababa de despertar. Era como si su alma hubiera sido liberada.

En cuanto pudimos, salimos corriendo de ahí.

Después de uns segundos, llegamos al ascensor. Este estaba apunto de cerrar pero pudimos entrar.

Amaia: Ah.. Sois vosotros -dijo aliviada-

Marcos: Venga, vamos, rápido.

Lia: Paulita, ¿estás bien? -dije tocándole la cabeza-

Marcos: Si, hemos llegado a tiempo.

Amaia me volvió a dar un fuerte abrazo, no sin antes abrazar a Julia.

Cuando íbamos ya por los pasadizos normales, un fuerte ruido y temblor hizo que nos sobresaltaràmos.

Salimos corriendo hasta llegar a la puerta, la abrimos y sorprendentemente Rebeca estaba al otro lado con un outfit perfecto para bajar.

Esta nos ayudó a salir de uno en uno pero rápido, se podría decir que por una parte estamos vivos gracias a ella.

𝐘 𝐬𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 𝐬𝐞 𝐥𝐨 𝐚𝐠𝐫𝐚𝐝𝐞𝐜𝐞𝐫é...

¿Me amas? - El Internado Laguna Negra. Iván Noiret Where stories live. Discover now