Capítulo 2 · Como Amigos.

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Dei V.



Llevaba más de media hora esperando a que bajara y comiera algo antes de que me fuera —a ella parecía importarle poco—, Omar y Jenn me tenían aborrecío’, solamente hablaban de sexo y hacían chistes del tema o se coqueteaban, yo necesitaba a Ivvy en esta mesa y nada que bajaba.

—Voy a buscarla, no quiero seguir escuchando como piensas mamársela al pana o como él te lo va a meter después del party —me levanté de la silla y me alejé rápido, aunque logré escuchar esa risa grave de Jenn.

—Nadie te lo mama, eso e’ lo que te molesta —murmuró.

—Me lo maman sin tener que rogarle a la cabrona pa’ que baje —respondí yendo por el pasillo hacia las escaleras—. Ellas solas bajan y sin tener que estar enotá’ baby, pa’ que le apuntes.

—¿Hm? —ese fue Omar.

Sin detenerme o mirar atrás, continué yendo hacia la habitación de Ivvy. Fui a la última puerta que estaba por el pasillo, toqué dos veces y nada.

—Ivvy, abre...

No hubo respuesta alguna, entonces tampoco esperé a que abriera. Al lado había una mesa con un espejo en la pared y este tenía un perchero donde estaban colgadas un par de llaves —parecían ser copias—, las tomé y sin dudar metí una en la cerradura de la puerta y giré la perilla.

—Excelente —sonreí como un triunfador y entré, antes de dejar las llaves en su lugar.

Ivvy no estaba por ningún lado, probablemente se había metido a bañar, así que ahora debía esperarla. Me aventé a la cama y saqué mi celular —el personal, que no es de trabajo—, y empecé a revisar fotos, tenía muchas más de las que se necesitaban.

—Con razón esta mierda se tarda...

Eliminé de una por una, las veía detenidamente y si no me gustaba algo, iban para la papelera.
Me enfoqué en eso hasta que oí la puerta del baño abrirse y miré a Ivvy saliendo de ahí —desnuda—, tragué saliva con dificultad y aparté la mirada mientras negaba y luchaba contra esa mentalidad sucia.

No veas, no voltees.

—Está bien dura, acho’... ¿Como e’ que no le he da‘o aún?

Mi instinto me ganaba, las sucierías me obligaban a voltear hacia el espejo para verla pasearse por el closet que estaba detrás de la pared donde quedaba el cabecero de la cama, es decir, a mis espaldas. Ese reflejo comenzaba a ponerme caliente, su caminadito despreocupado mientras buscaba su ropa, esos ruidos que hacía cuando se hincaba hasta poner sus rodillas en el piso.

—¡Wow! —solté boquiabierto y ella volteó hacia el espejo.

—¡¿Cuando tú entraste pa’cá?!

Se levantó cubriéndose lo que se escondía entre sus piernas —ya que las tetas se las conocía de mucho antes—, yo me levanté de la cama y fui dónde ella al punto de casi correr, sentía el cuerpo caliente y una adrenalina cabrona que me obligada a ir y ponerme frente a ella.

—Estaba jodiendo hace rato contigo, te tiré a la piscina sin pensar en que te podías dar un golpe o alguna otra cosa, como que yo me resbale contigo y tu cara se vaya contra el piso —le explicaba mirándola a los ojos—. Pensé que estaría gufiau’ ¿me entiende’? Creí que te ibas a reír conmigo y no sé...

—Ya pasó —dijo en voz baja y miró hacia la ventana.

—Okay pero, mírame —le tomé la cara con fuerza, obligándola a verme.

Apretaba sus mejillas, Ivvy me miraba a los ojos mientras yo pensaba en qué hacer —recordarla desnuda, me dejó mal—, la dejé ahí, preferí alejarme y esperar a que se vistiera.

—Ponte algo, yo te espero acá sentau’.

Me di la vuelta para darle su espacio y algo de tiempo a solas después de ser tan pendejo pero me tomó del brazo.

—No —dijo jalándome con algo de fuerza y volteé.

La miré de abajo hacia arriba por encima del hombro, Ivvy dió un paso más y se puso frente a mi —ya no se cubría—, me miró a los ojos por un momento y luego bajó la mirada hacia mi boca.

—¿Qué estás haciendo, Ivvy?

—No sé —puso sus manos sobre mis hombros y se acercó aún más—. Puedes detenerme si lo que intento es algo que tú no quieres...

No respondí, ella siguió acercándose.

—Quizás si está mal, pero...

El ruido de la manija girando nos hizo reaccionar y ambos nos separamos, yo salí de ahí, Ivvy corrió hacia el baño y yo me hice el loco sacándome el celular del bolsillo y tecleando.

—¿Dónde está, Ivvy? —preguntó Jenn entrando y apunté detrás de mi, señalando el baño—. Ah, la busca el cabrón de Hozwal.

Arqueé las cejas—. ¿Y qué quiere?

—Metérsela, lo más probable —iba al baño, me pasó por el lado—. ¡Ivvy! Hozwal está afuera con un porsche lleno de rosas... Quiere verte, ¡te espera ansioso pa’ chingarte!

No voy a negar que oír eso me jodía la cabeza, ese cabrón siempre tenía que estar buscándola después de tanto daño que le había hecho a Ivvy y ella lo perdonaba cada vez.

La puerta del baño se abrió, Ivvy llevaba una bata verde-grisáseo encima, notaba que debajo ya tenía algo de ropa interior —por esos tirantes blancos que sobresalían—, sentí como se me hacía agua la boca.

—¿Hozwal? —preguntó Ivvy súper confundida y me miró—. Okay, saldré.

Entendí perfectamente porque me miró así —estaba en shock por lo que casi pasaba—, solamente me retiré, no tenía nada más que hacer aquí metido con ellas dos.

—Nos vemos luego, Ivvy.

Asintió viniendo conmigo y me volvió a tomar del brazo, se acercó de la misma manera que hace rato y me besó la mejilla mientras me rodeaba con sus brazos por la cintura.

—Cuídate mucho, Dei... Me llamas si algo pasa o yo te llamo a ti, ¿como siempre? ¿Okay? Como los mejores amigos que somos, como hermanos...

Exhalé ardiendo de furia y la abracé con la misma fuerza, acaricié su cabello como si de una nenita se tratara y besé su frente.

—Me tengo que ir.

Casi me la quito de encima a empujones, traté de ser lo más discreto y pasar desapercibido pero a Jenn era imposible ocultarle las cosas.

—¡Uy! ¿Qué pasa, cabrón? —dijo entre risas—. ¿Te muerde’ que Hozwal esté aquí?

Negué mirando a Ivvy y salí lo más rápido que pude de esa situación.

·



📍 𝐌𝐀𝐋𝐄𝐀𝐍𝐓𝐄𝐎 𝐂𝐈𝐓𝐘.🇵🇷

Las invito a leer SOMOS EX de OMAR COURTZ la cuál está en mi perfil y próximamente les traeré algo del DEMON - YOVNGCHIMI.

¡PENDIENTES!

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