LIKE A DIAMOND ‹ DEI V ›.

Capítulo 6 · Bien-Venido.

「 Dei V 」

Me besaba con fuerza, succionaba duro y me jalaba el labio inferior mordisqueando con sus dientes, demasiado de salvaje y también intensa. Compartíamos miradas en cada mordida, sus ojos se enfocaban en los míos y me soltaba, se balanceaba encima de mi con una lentitud cabrona —ya estaba terminando, con lo mío adentro—, yo tenía mis brazos extendidos a cada lado de mi cuerpo, completamente exhausto, ni siquiera veía bien.

Ivvy dejó de moverse, me tomó por la cara con ambas manos y me obligó a sentarme —ya que desde hace un rato, yo estaba casi muerto, recargado en el cabecero de la cama—, habíamos recorrido cada parte de la casa y de su habitación, la noche oscura nos había encontrado, fue el mejor polvo y el más agotador, sin duda.

—¿Te vas ahora? —preguntó levantándose, saliendo lento y la miré a los ojos.

No podía mantener los míos abiertos, me sentía demasiado débil y la espalda me la había jodido como nunca nadie.

—Acho’ Ivvy, ¿cómo carajo’ piensas que yo me voy a ir así ahora? —respondí y miré pa un lado.

—¿Y por qué me hablas así?

—¿Qué tú no te cansa’ cabrona? ‘Toy muerto y tú como si na’... —golpeé suave ese muslito suyo que seguía sobre mis piernas y apunté hacia el baño—. Me wa’ dar un shower, tú me puede’ traer un agua o un fuckin’ powerade... ‘Toy deshidratao’ puñeta...

Cuando Ivvy se quitó de encima, oí esa risita burlona y un suave murmullo.

—Es por eso que sigo con Steven... Él no se cansa.

Volteé y la miré mal, casi le tiraba con el zapato que estaba en la puerta del baño y se puso de pie, viniendo conmigo a punto de correr.

—No, mentira... Tú lo hiciste bien, a la próxima comes antes —besó mi mejilla y se fue, dándome un leve empujón—. Métete a la tina, voy por tu power y te traeré un sándwichito, mi amor.

—¡Jah! Te reviento la boca si me vuelve’ a comparar con ese huele bicho.

Negó sonriendo y se largó.

「 Una hora después 」

Estaba justo frente a mi con el celular casi sobre su cara. No paraba de escribir y de morderse las uñas mientras tenía esa jodienda por encima del agua y a la vez, se bebía una copa de vino.

—¿Qué tanto tú hace’ Ivvy?

—Me hice la cuenta ya...

Me mostró la pantalla del maldito celular y ya tenía el puto perfil hecho, había notificaciones y solo le faltaba llenar ese espacio dónde iba el número de la tarjeta.

—Puñeta... ¿So, vas en serio..?

Asintió como si le diera igual y levantó un poco sus hombros al mismo tiempo que se sentaba derechita frente a mi. Compartíamos la tina, ella de un lado y yo del otro, seguía recostado e intentaba relajarme un poco mientras me tomaba ese jugo que me trajo Ivvy al mismo tiempo que, mi mente se quemaba la movie de lo que había pasado, por cuarta vez.

—Jenn me está ayudando... Ya ves que ella...

—Si, si, si... No tienes que decirme, por algo Omar se enchuló de ella y, me da igual eso pero... Tú si me preocupas, tú no ere’ de esas.