20 *Una Promesa*

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Y estaban en esa instancia otra vez, como aquella vez, cuando sin decir una palabra solo se entregaron a lo que sus corazones pedían, sentir al contrario de aquella forma tan única, y especial, sentirse ellos.

-Hyung...-

-Shh, solo disfruta Jiminie...-Se besaron hasta donde no debían, habían sido años de aguantar y guardar en silencio este amor, que ahora no quería restringirse nada, si el mundo se enteraba les daba lo mismo, ya eran adultos que bordeaban los 30 años, no eran niños, sus carreras estaban consolidadas, ya nada los detenía de demostrarse eso que durmió casi 6 años.

Entro y salió las veces que considero necesarias, para saciar todo ese deseo contenido, mientras su menor, disfruto de cada embestida, cada beso y cada caricia, dejando también él algunas en la tibia mejilla de su hyung.

Se aferró a esa amplia espalda cuidando de no forzar demasiado el hombro operado, ese que por momentos aún dolía, leve pero dolía.

-Te amo Jiminie- lo vio sonreír de esa forma tan única, con esa risa caprichosa, e infantil, para después sentir aquellos dulces labios, sobre los suyos.

-Te amo Hyung, siempre lo he hecho- ahora fue su turno de sonreír, mostrando sus lindas encías, rosadas que hacen suspirar a Jimin.

El día que Hobi ingresó al regimiento, noto aquellas miradas cómplices, además de aquella sutil tomada de cintura, por parte de Yoongi, y lo supo, ellos estaban al fin dándose esa oportunidad.

-Jimin!- dijo con su voz gruesa, bonachona, y alegre- me alegro...-abrasándolo.

-Gracias Hobi Hyung-

-Estoy seguro de que pollito está feliz, de verlos al fin luchando juntos- asintió sin poder detener las lágrimas, su hijo aún era un tema delicado en su vida, sus vidas.

Nuevamente, vieron partir a otro de sus miembros, siendo Nam quien llorara más fuerte, sus hermanos se hacían adultos frente a sus ojos.

-Tengo que viajar a América, para promocionar mi disco Hyung-

-Lo sé- se acercó lento y dejo un beso en su cuello- te irá muy bien-

-Tú crees? Estoy algo nervioso, ya que no estará Nam para traducirme las cosas- sonrió.

-Manejas bien el inglés-

-Lo entiendo, hablarlo es otro tema- se giró quedando de frente colgándose del cuello ajeno, mientras su ahora fina cintura era apresada por esas grandes manos.

-Te amo-

-También yo te amo, Hyung- lo fue a dejar al aeropuerto, en calidad de incógnito, viéndolo subir a aquel avión que lo tendría alejado unos días, mismos que usaría para su próximo proyecto, su álbum como Agustd.

Las promociones de Jimin en el extranjero fueron como se esperaba un éxito, Yoongi veía como su novio tenía ese ángel único que encantaba a la gente con solo aparecer, sonreía de forma boba cuando su rostro aparecía en la pantalla, o cuando su voz resonaba en su móvil, cuando lo llamaba, es que solo después de tenerlo se dio cuenta, real, cuenta de cuánto amaba a ese chico.

Lo importante que fue y lo que se volvió con los años.

Demás está decir que cuando este volvió de sus promociones no perdieron tiempo alguno en demostrarse cuanto se habían extrañado, la casa del mayor se había vuelto casi que la de Jimin, pasaban todo el tiempo en ella, siendo su nido de amor.

-¿De verdad?-

-Si, las hubieras visto, prácticamente Tae, se los grito en la cara-

-Intuía que allí pasaría algo, es decir, siempre sobre protejio a Kook- es que una simple aparición en una premier le dio al mundo la confirmación que necesitaba, aunque claro, no hay peor ciego que el que no quiere ver- me alegro mucho por ellos- lo vio acercarse y tomarlo de la cintura.

-Y nosotros cuando?- lo pensó.

-Después de servicio militar- dijo sonriendo- después de eso, me da lo mismo lo que el mundo opine-

Cuando fue el turno de ir a dejar a Nam, lloraron, el mejor líder del mundo cumplía con su deber, así como sus hermanos lo estaban haciendo, confiando que en un tiempo no muy lejano se verían las caras nuevamente.

-Cuídense, ok? - asintieron- los quiero chicos- el abrazo fue foto obligada en las redes sociales.

Pronto fue el turno de Jimin, lucía extraño con aquel corte de cabello, pero lucía hermoso, nada evitó que la noche anterior a su entrada, Yoongi le hiciera el amor como un loco y hasta el cansancio.

-Hyung, no tan fuerte...-

-No te veré en meses- empujaba con todas sus fuerzas queriendo llegar a lo más profundo de su ser-la idea es que no me olvides Jiminie-

-Ha!- gimoteo- como podría hacerlo...-

No lloró cuando lo vio caminar para alistarse, porque bien sabía que el tiempo sería bueno con ellos y pasaría rápido.

-¿Estás seguro?- asintió- puedes hacerlo como trabajo comunitario...-

-No, quiero hacerlo como es debido servir a mi país como un ciudadano coreano, con orgullo, cumpliré con los entrenamientos y todo lo que tenga que hacer-

-Si así lo quieres, así será-

Fue cuestión de tiempo que los demás ingresarán a cumplir con su deber, dejando un vacío en el corazón de quienes conocieron a BTS.

Aquel grupo de 7 chicos, con un sueño en común, ser los artistas más grandes del mundo, habiéndolo logrado, volviéndose ahora, una leyenda no solo en el mundo de la música sino, que también en su país, teniendo el récord de mayor triunfos ganados, reconocimientos mundiales, y claro está, el amor de todo su fandom, ese que jamás los dejo, lucharon a codo con ellos, ganado odio y amor en el proceso.

Haciendo esa promesa, de volver a verse otra vez.

*Los esperaré, porque para mí no fueron una etapa, fueron una salvación*

*Ellos se esfuerzan por ser los mejores, así que yo también quiero ser la mejor*

*Terminaré mis estudios, y con orgullo les mostraré que también luche*

*Por qué Army no es una moda, es una familia*

*No vemos en el 2025 BTS, estaré presente cuando ustedes vuelvan a ser la luz de este mundo*

Yo los esperaré, es una promesa que me he hecho a mí misma, ¿y ustedes?

¿Seguirás siendo Army en el 2025?

Yo sé que sí.

.Suele Suceder.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora