Nuevo Uchiha | Harem

05. Mentiras Piadosas

Era un nuevo día en Konoha.

Kagome había descubierto algunas cosas de su hijo. Al parecer el pequeño Ryo poseía algunas de sus habilidades, quizás más de las que podría imaginar pero por ahora solo había descubierto algunas pocas.

Al igual que ella, el era capaz de identificar auras y sentir presencias, además de eso también podía canalizar su poder purificador a través de objetos tal como ella solía hacerlo con su arco. Aunque la capacidad destructiva de su ataque fue aún mayor.

¿Se debería a su padre? No lo sabía.

Era la segunda vez que pensaba en el padre de Ryo, era curioso lo que había aprendido de él. Era un shinobi renegado que se había convertido en un criminal de alto rango luego de masacrar a todo su clan.

Ciertamente no quería lidiar con una persona así pero tarde o temprano sucedería. Ya que sus destinos se habían unido de una manera interesante sin siquiera saberlo.

La noche anterior juraría haber sentido una extraña presencia y se había despertado algo asustada, al revisar a su pequeño todo estaba en orden así que había vuelto a la cama.

Volviendo a sus pensamientos sobre su hijo.

Ambas habilidades las había descubierto de diferentes maneras. La primera había sido cuando Ryo había identificado a Naruto quien aún estaba de camino al distrito para visitarlos. De alguna manera parecía tener un rango más alto que ella en cuestión de distancia pero aún necesitaría un poco de práctica.

La segunda la descubrió cuando el pequeño entrenaba con sus kunais, había lanzado uno al objetivo pero había estallado. Preocupada por el acontecimiento había revisado el arma encontrándose con que había sido lanzado con energía purificadora. Claramente había sido por accidente ya que el niño no poseía conocimiento alguno de esas habilidades.

Es por eso que ahora se encontraban entrenando en uno de los muchos campos de entrenamiento del distrito Uchiha. Le había explicado a detalle cada cosa necesaria para que el controlara esas habilidades y las manejara a la perfección.

Gran sorpresa se llevó cuando el pequeño demostró aprender demasiado rápido. Cada cosa solo le tomaba un intento, era sumamente increíble. Ryo parecía estar muy satisfecho con su trabajo, al parecer aspiraba a ser un gran shinobi con el tierno deseo de proteger a su madre ante todo mal.

Por otro lado, el verdadero Itachi había estado espiando entre las sombras, escabulléndose entre los anbus que custodiaban el distrito. Había sido bastante fácil como de costumbre, ninguno de ellos estaba a su nivel.

Había adquirido bastante información tanto de la mujer como de su hijo. Había sido bastante sorpresivo el hecho de que ella parecía tener unas habilidades completamente diferentes a todo lo que había visto antes y aunque solo había visto una pequeña parte de ellas mientras entrenaba a Ryo, sabía bien que había mucho más en ella.

Saber que su pequeño había heredado tales cualidades especiales y que parecía aprender tan rápido como el cuando era niño le llenó de bastante orgullo.

Continuaría observando entre las sombras hasta que encontrara el momento perfecto para acercarse a ella. Por ahora completaría las misiones que el líder de Akatsuki le había dado, con ese pensamiento se marchó del lugar.

|Cerca de Konoha|

Sasuke Uchiha se aproximaba a la aldea, había pasado algunos días procesando toda la información recibida.

Había asesinado a Orochimaru, realmente no se arrepentía de nada. El hombre lo tenía muy merecido por sus acciones. Sin embargo ahora tenía un gran dilema que lo estaba arrastrando hacía la aldea de la hoja.