Nuevo Uchiha | Harem

16. Monstruo

Los días pasaban de manera normal, el cortejo con el Kazekage estaba siendo un éxito total y el consejo estaba siendo aplacado al menos temporalmente. Su hijo continuaba entrenando tanto sus habilidades de shinobi como las espirituales.

Aún había algo que le inquietaba bastante a la de ojos azules desde hace algunos días.

La perla de shikon había vuelto y solo significaba problemas. La mantenía en un colgante, solía utilizarla escondida debajo de su camisa. Prefería mantenerla oculta de la vista del resto, no sabía que podría suceder si alguien descubriera el poder qué tal artefacto guardaba.

Mientras ella la mantuviera purificada todo estaría bien.

Por otro lado Sasuke huía constantemente de sus antiguos compañeros, le parecían tan ruidosos a comparación de la calma que la azabache le brindaba. Ni siquiera debían hablar, con el simple hecho de sentarse juntos y disfrutar la presencia del otro en silencio era suficiente.

Aunque algunas veces se encontraba hablándole, se podía decir que se había encariñado mucho con ella. Ella siempre encontraba las palabras adecuadas, nunca hablaba de más, tampoco era fastidiosa, sabía consolarlo y no se enojaba por su actitud.

Siempre que terminaba herido por sus entrenamientos ella lo curaba con gentileza, a pesar de haber sido un renegado hasta hace poco, ella jamás le había tratado indiferente y tampoco le dirigió el tipo de mirada que el resto de aldeanos solían dirigirle desde que pudo salir de su confinamiento.

Todo lo contrario, ella desde el inicio fue una persona amable y siempre le daba su espacio. Eso había hecho que el quisiera acercarse más, irónicamente era él quien solía buscarla para charlar o simplemente permanecer en silencio, disfrutando de su presencia la cual por alguna razón le calmaba mucho.

Ella era sin duda muy especial y se sentía agradecido de que ahora estuviera en su vida.

Quizás no lo admitiría abiertamente pero la consideraba tan especial como a Naruto, eso último jamás lo admitiría ni aunque lo amenazaran de la peor manera posible.

Salió de sus pensamientos para continuar su entrenamiento con el Uchiha menor.

Le parecía sorprendente que a pesar de ser tan pequeño fuera tan diestro con una espada, además de ser aclamado un prodigio lo cuál ya era un logro increíble. Aunque en algunas ocasiones sus ataques lo habían enviado volando por el campo, según se le había explicado, se debía a los poderes que había heredado de su madre.

Lo cuál le hacía preguntarse como sería ella en combate.

|Afueras de Konoha|

Una presencia se dirigía hacía la aldea de manera rápida, estaba siendo atraída por la energía de la perla la cual estaba más fuerte que nunca ya que estaba completa.

Algunos miembros de Akatsuki quienes se encontraban cerca, lograron divisar el extraño movimiento en la tierra, algo enorme se movía debajo de esta y se dirigía directo a la aldea de la hoja.

Sasori, Deidara y Kisame se movían sigilosamente siguiendo a la extraña presencia que parecía no tener un chakra normal. El resto de sus compañeros estaban cerca pero tenían una misión distinta así que estaban separados por ahora.

|En la aldea|

La azabache caminaba siendo acompañada por Sasuke y su pequeño, estaban de camino hacía las tiendas, requerían abastecerse de tomates los cuales ya se habían acabado.