14. Medianoche

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El próximo día toda la aldea se encontraba observando a cierta pareja que caminaban felizmente por las calles. La sorpresa era evidente y más al ver que se trataba del Kazekage de Suna junto a Kagome.

Un hombre que usualmente era frío y estoico, era muy rara la ocasión en la que se le veía un poco más sonriente. Les hacía preguntarse que tan especial podría ser más allá de su belleza tan exótica.

Naruto caminaba tranquilamente, estaba algo frustrado ya que aún no tenían permitido ver a Sasuke quien ahora residía en el distrito Uchiha. Aunque sabía que Kagome lo cuidaría bien, si había logrado domar a Itachi, un criminal ex prodigio del clan Uchiha...

¿Que tan difícil era un Sasuke?

Soltó una risita ante el pensamiento.

Los pensamientos del rubio se vieron interrumpidos cuando notó una pequeña multitud frente a una de las calles. Extrañado por ese hecho decidió acercarse, adentrándose entre las personas hasta llegar al frente y ver que tanto podría llamarles la atención.

Su mandíbula cayó.

Gaara y Kagome caminaban sonrientes mientras sus brazos permanecían entrelazados. La incredulidad estaba plasmada en su rostro, creía que su amigo era astuto pero jamás había imaginado cuanto.

"¿Naruto tú también?" escuchó que le preguntaban.

Quitó su mirada de ellos, saliendo de su sorpresa para observar a la persona que había hablado, se trataba de Shikamaru. También encontrándose con todo su grupo de amigos observando de igual manera que él, al menos no era el único.

|Era feudal|

"¿Percibiste su olor?" preguntó Inuyasha a su hermano mayor.

Incrédulo ante el hecho de que Sesshomaru decía haber detectado el olor de la miko en el pozo por unos breves segundos mientras que él no había percibido nada. Claramente lo cuestionaría, estaba en su naturaleza ser terco pero sabía muy bien que seguramente se debería a que el poseía una nariz mucho más agudizada que la suya.

"Hmp" asintió el mayor.

Inuyasha suspiró ante su manera de decir si, quizás no se llevaba tan bien con Sesshomaru pero si quería encontrar a Kagome lo mejor era obtener toda la ayuda posible. Incluso Koga estaba ayudando.

Había sido algo repentino, estaban combatiendo a algunos demonios como de costumbre hasta que ella había desaparecido al ser succionada por un extraño agujero negro. Inuyasha había intentado alcanzarla pero no había servido de nada.

La era feudal se encontraba en un momento de paz, la batalla contra Naraku había acabado y lo único que hacían últimamente era acabar con demonios que atacaban aldeas.

Pero todo había cambiado en el momento que ella desapareció.

|Volviendo a Konoha|

Kagome se encontraba observando la luna como de costumbre, era un hábito para ella, jamás se cansaría de hacerlo. Era su momento de paz, donde podía relajarse y olvidarse de todo lo demás aunque fuera por unos minutos.

Se permitió divagar entre sus pensamientos, el recuerdo de su beso con Itachi la hizo sonrojarse. No negaría que le había gustado más de lo que podía haber imaginado. El hombre era tan gentil, siempre era cuidadoso con ella y sin hablar de lo guapo que era.

Su corazón latía fuertemente de sólo pensar en Itachi y solo significaba una cosa.

Se estaba enamorando de él.

Nuevo Uchiha | HaremDonde viven las historias. Descúbrelo ahora