Nuevo Uchiha | Harem

24. Deseo

"Kagome-chan..." le llamó Hinata nerviosamente.

Todas las chicas se encontraban en unas aguas termales. La miko había aceptado la salida debido a todo el estrés que tenía con la situación de la perla y por supuesto el pozo.

De alguna manera Sesshomaru le había visitado, estaba muy agradecida por eso. Sin embargo el se marchó prometiendo encontrar la manera de traer a los demás consigo. Ella aceptó pero no evitaba estar preocupada por lo que vendría más adelante puesto que la perla había vuelto por una razón y debía descubrirla.

Días habían pasado desde ese encuentro.

"¿Si Hinata-chan?" preguntó la azabache.

Extrañada notó el gran sonrojo de la joven al observar un lugar específico en su clavícula.

"Es que tienes algunas marcas y..." decía nerviosamente la Hyuga.

Fue interrumpida por el chillido de las demás mujeres en el lugar quienes se acercaron para inspeccionar a la de cabellos negros quien no comprendía nada.

"¡Es cierto!" exclamó una Sakura sorprendida mientras señalaba a su cuello.

"El Kazekage debe ser un salvaje en la cama" comentó Ino con picardía.

En ese momento la azabache comprendió toda la situación y su rostro se tornó completamente rojo.

Maldijo al Uchiha para sus adentros.

Kagome procedió a cubrirse con sus brazos mientras sus amigas reían abiertamente.

|Tiempo después: Distrito Uchiha|

"Malditos Uchihas" murmuró la azabache regresando a su hogar.

Sasuke quien la esperaba pacientemente la observó con una ceja alzada, claramente escuchando lo que había dicho.

"¿Donde está Ryo?" le preguntó al joven.

"Está con Naruto, el dobe cree que puede aprender el rasengan" respondió el hombre.

Kagome soltó una pequeña risita mientras negaba.

"Apenas es un niño, no debería esforzarse tanto" habló con preocupación.

"Es lo menos que esperaría del hijo de Itachi, siempre esforzándose de más" resopló Sasuke.

"Iré a cambiarme para preparar la cena" avisó la azabache mientras se retiraba a su habitación.

Tan pronto entró en la habitación sintió como unos brazos se envolvían en su cintura y la llevaban a la pared. Alzó la vista encontrándose con Itachi quien se lanzó a besarla apasionadamente, ciertamente no se habían visto mucho últimamente y tampoco tenían mucho tiempo para sus encuentros íntimos.

Debía admitir que ya lo extrañaba bastante así que se dejó llevar por los besos que bajaron de manera lenta hacía su clavícula.

Ni siquiera se había dado cuenta pero la ropa de ambos había desaparecido. Ahora estaba sentada sobre el regazo del Uchiha quien la tenía recostada sobre su pecho mientras tocaba su feminidad brindándole placer.

"Eres una buena chica" murmuró en su oído.

Un gemido ahogado salió de ella cuando alcanzó su clímax debido a los ágiles dedos del hombre.