Capítulo 5

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Mattheo

Llego de nuevo a la mansión y me dirijo al despacho de mi padre. Un día más y Hailey estaría aquí. Las cosas se están poniendo más peligrosas con la orden y odio estar lejos de ella. Entro en el despacho y veo a mi padre y a Lucius sentados. Levanto una ceja, pero tomo asiento.

"Hijo mío, tengo una oportunidad para ti. Tenemos planes para liberar a los atrapados en Azkaban y queremos saber si te gustaría unirte."

"¿Sólo yo?" Pregunto. No quería que Hailey participara, pero me odiaría por hacer esto sin ella. Mi padre sonríe y Lucius pone los ojos en blanco.

"Draco y Hailey pueden acompañarnos si lo desean, pero nadie más". Resoplo ante su respuesta.

"Eso se lo puedes decir tú" Digo reclinándome en la silla y sacando un cigarrillo.

"¿Cuándo empezaste a fumar?" Lucius pregunta.

"Cuando tuve que pasar meses lejos de mi alma gemela. ¿Algún problema con eso?" Pregunto levantando la ceja. Parece olvidar que soy hijo de mi padre. Realmente no me importaba quien fuera nadie me controlaría. Tienen suerte de que siguiera en ese puto colegio y no con ella.

"Mattheo, sé que odias esto, pero la pondrás en peligro". Dice mi padre y siento que aumenta mi ira.

"Crees que no lo sé. Crees que no pienso en su seguridad. La veo todas las noches contarme lo que le pasa y luego ver cómo llora en silencio hasta quedarse dormida. Draco dice que no está comiendo bien y que aguanta de un puto hilo, así que no me cuentes mierdas sobre mi compañera". Salto de mi asiento y salgo del despacho. Llego a mi habitación y cierro la puerta de un portazo. Sólo quería que acabara este día para poder volver a verla.

Tom

Miro cómo mi hijo sale de la habitación y me vuelvo hacia Lucius.

"¿Sabías que no comía?" Pregunto.

"No, mi Lord, Draco no me ha mencionado nada al respecto". Narcissa entra en el despacho lanzándonos una mirada que sólo puede describirse como de hombres estúpidos.

"Por supuesto, ella no está comiendo. ¿Cómo se sentiría alguno de ustedes al ser separado de su alma gemela antes de estar unidos?". No lo había pensado así, pero tiene sentido. La madre de Mattheo no era mi alma gemela pero odiaba estar lejos de ella. Cuando murió, la perdí. Me volví más cruel e ignoré a todo el mundo durante mucho tiempo. La única razón por la que salí adelante fue por mi hijo y ahora él estaba sufriendo el mismo destino pero su alma gemela estaba viva. Era un milagro que alguno de ellos no hubiera estallado ya.

Hailey

Intento mantener la calma, pero por dentro estoy hecha un manojo de nervios. Sólo quería llegar a casa. Bajamos del tren y veo a Lucius y a Narcissa esperándonos. Blaise acerca a Ginny mientras pasamos junto a sus padres. Su madre había renunciado a intentar convencerla de que lo rechazara y ahora la ignoraba. Me agarro al brazo de Narcissa y siento el tirón. Una vez aterrizamos en el vestíbulo, la suelto y corro hacia Mattheo. Me agarra e ignoramos la habitación mientras me lleva escaleras arriba. Llegamos a su habitación y cierra la puerta antes de arrastrarme a la cama con él.

"Se supone que la puerta debe permanecer abierta" Digo riendo.

"Me importa un bledo lo que tengan que decir". Apoyo la cabeza en su pecho relajándome con el sonido de los latidos de su corazón. Empieza a jugar con mi pelo y yo bostezo.

"Deja eso o me quedare dormida".

"Pues duérmete, no creas que no sé que llevas glamour". Mi cuerpo se tensa ante sus palabras. Debería haber sabido que no podía ocultárselo, pero Draco nunca dijo nada. Mattheo se inclina y me besa la parte superior de la cabeza. "Duerme, podemos hablar cuando despiertes". Su tono autoritario hace que mi cuerpo se relaje y cierro los ojos. Podría preocuparme de todo más tarde, ahora mismo estaba a salvo.

Love the DarknessWhere stories live. Discover now