Love the Darkness

Capítulo 16

Mattheo

Primero me encuentro con Logan y Draco. Me río cuando Logan sale corriendo hacia nuestra habitación. Le detengo antes de que pueda entrar y hace un mohín mientras espera junto a la puerta. Después, encuentro a mi padre y a Lucius hablando en el estudio. Ninguno de los dos muestra lo contentos que están, pero puedo verlo en sus ojos. Narcissa y Bellatrix exigen verla y yo me aparto para no meterme en medio.

Me recuesto y observo cómo todos se preocupan por ella. Ya tendría mi tiempo con ella cuando todos se fueran. Draco viene a ponerse a mi lado y me río ante su mohín.

"¿Cuánto falta para que podamos tenerla a solas?" Pregunta.

"Adelante y ve a evitar que tu madre siga preocupándose por ella". Me río mientras él palidece ligeramente. Tarda unas horas en escabullirse y se acerca a nosotros. Parece tan libre y me alegro de que esté mejor. Nos coge de la mano y nos lleva a nuestra habitación. Con un encantamiento silenciador, empieza a explicarnos todo lo que ha pasado mientras dormía. Le explicamos cómo la muerte había estado hablando con nosotros pero no podíamos verle. Ella confirmó que tenía que ver con los lazos que unían nuestras almas. Me lo había imaginado y sabía que podría ser útil si alguna vez pasaba algo.

Hailey

Los dos días siguientes los pasé con todos y trabajando en mi magia. Es un poco diferente usar mis habilidades en el plano mortal, pero le he cogido el truco enseguida. Me levanto temprano y me aseguro de que todo esté preparado para la llegada de los demás. La mayoría iría a entrenar con Bellatrix y otros pocos recibirían lecciones de política con Lucius. A las diez el floo se enciende con las primeras llegadas. Ginny y Blaise salen seguidos de Luna. Neville no se queda atrás.

"Hola a todos. Mattheo y Draco están en el patio y explicarán el entrenamiento que tendrá cada uno. Tendrán hoy para relajarse y mañana por la mañana tendremos una reunión. Neville, necesito que te quedes aquí un momento". Les digo despidiéndolos. Cuando nos quedamos solos suspiro. Sabía que esto solo podía acabar de dos maneras.

"Neville, sólo quería que supieras que Bellatrix hará la mayor parte del entrenamiento. Si no te sientes cómodo con ella, buscaré a otra persona para que te entrene". Baja la mirada y juguetea con su varita. No le meto prisa, sé que esto es duro para él.

"¿Puedo hablar con ella? Me he dado cuenta de que la mayoría de las cosas tienen dos caras y quiero conocer la suya". Le sonrío, orgullosa.

"Sí, me encargaré de eso. Quiero que te sientas cómodo aquí". Asiente y se marcha. No tardan en llegar Cedric, Susan y Hermione. Los gemelos llegan los últimos, ya que han pasado la mayor parte del verano montando la tienda de bromas. Me paso por el despacho de Tom para avisarle de que han llegado todos antes de salir. Me alegro de ver a todo el mundo relajado y llevándose bien. Los elfos de la casa no tardan mucho en repartir la comida fuera y agarro a Neville tirando de él hacia un lado. Parece nervioso, pero mantiene la cabeza alta mientras entramos en el salón de té. Bellatrix y Narcissa están sentadas a la mesa cuando entramos. Aprieto la mano de Neville y lo llevo a sentarse.

"Hailey me dijo que querías saber lo que pasó. Rodolphus y yo habíamos estado paseando con nuestra hija. Tenía dos meses. Fuimos atacados, traté de escapar pero ella era muy pequeña para aparecerse. Dispararon la maldición asesina golpeando a mi hija. La perdí después de eso". Se me parte el corazón al ver llorar a una mujer tan fuerte. Neville se queda allí sentado en estado de shock, odio que ambos sufran por los actos de otros. Neville finalmente se levanta y la abraza. No puedo contener las lágrimas y no soy la única. Narcissa tiene lágrimas cayendo por su cara.

"No te culpo". La voz de Neville apenas supera un susurro y me levanto saliendo de la habitación. Espero que esto los ayude a ambos.

Logan

Observo cómo empieza el entrenamiento. A Hailey le preocupaba que me involucrara, pero la convencí de que aprender a defenderme sería una buena idea. Me preocupaba más que le pasara algo y no pudiera ayudarla. También convencí a Cissa para que me enseñara a curar. Hacía falta más magia para curar a alguien, pero quería estar preparado. A veces seguía pareciéndome un sueño que por fin tuviera una familia que me quisiera. Aún me dolía que mis padres biológicos no hubieran luchado por mí, pero no cambiaría mi vida por nada del mundo. Ahora, si pudiera evitar que mi nueva madre se desmayara durante días o semanas, sería perfecto.

Draco

Luna sale de la sala de entrenamiento sonriendo, mientras que la mayoría de los demás parecen agotados. Me río cuando se acerca a mí.

"Están progresando bien". Sacudo la cabeza mientras ella empieza a mirar a su alrededor, con la mente ya en otra cosa. Espero a que se vaya la última persona antes de entrar en la sala de entrenamiento. Hailey prefería practicar después de los demás, ahora controlaba perfectamente su magia, pero aún le preocupaba hacer daño a alguno de ellos. Me apoyo en la pared mientras ella lanza hechizos y lanza fuego de vez en cuando. No queríamos que otros supieran de su fuego hasta que fuera absolutamente necesario. Después de unas cuantas rondas, se detiene y se acerca a mí.

"¿Estás emocionada por lo de mañana?" Pregunto. La reunión con Fenrir se había aplazado y por fin había llegado la hora.

"Sí, pero me preocupa que no sea suficiente. Estamos intentando cambiar las leyes, pero la luz sigue teniendo mayoría de votos". La abracé y me limité a estrecharla. Odiaba no poder hacer mucho. Lo único que puedo hacer es apoyarla.

"Vamos a buscar a Mattheo y Logan y pasemos unas horas en familia". Se separa de mí y puedo ver la guerra dentro de ella. Quiere que todo sea perfecto, pero no tiene nada que hacer hasta mañana.

"Bien". Suspira y no puedo evitar reírme.

Hailey

Pasar el día ayer en familia me ayudó. Me siento tranquila al entrar en la sala de reuniones con Tom. Todavía no he podido acostumbrarme a llamarle Marvolo. Fenrir ya nos está esperando. Tomo asiento y dejo que Tom comience la reunión, tenían una historia decente juntos. Escucho mientras hablan de política y de las dificultades de la manada. Odio que los niños pequeños sean tratados horriblemente por cosas que no pueden controlar.

"He oído que tienes algo de lo que hablarme". Le dedico una pequeña sonrisa.

"Sí, como sabes la guerra se acerca y necesitamos todo lo que podamos conseguir. Tengo una oferta para ti y tu manada, incluso si decides quedarte fuera de la guerra será tuya". Le paso el papeleo que obtuve de Gringotts. La línea Peverell tenía muchas mansiones que simplemente estaban ahí. También tenían antiguos pabellones que protegerían a la manada. Lo observo mientras lee todo.

"La tierra iría a tu nombre para demostrar que tu manada está segura. Tómate unos días para hablarlo con tu manada. Nada tiene que estar escrito en piedra esta noche". Añado para que se sienta cómodo llevando a la manada allí. Parece estar en shock y no puedo culparlo.

"¿Qué quieres por esto?" Sus ojos son duros pero mantengo la calma.

"Es tuyo. Todo lo que pido es que consideres unirte a nosotros y hables bien de mí a los vampiros. Son increíblemente difíciles de localizar". Digo sonriendo.

"Estás diciendo que si elegimos quedarnos al margen no lo tomarás de nuevo". Puedo entender sus dudas.

"Eso es exactamente lo que estoy diciendo. Los niños son inocentes y deberían tener la oportunidad de crecer sin preocupaciones". Me mira con incredulidad y yo me río. "Sí, he oído hablar de tu reputación, pero dudo mucho que de verdad persigas a los niños sin motivo".

"Tienes razón. Sólo he convertido a niños que estaban en peligro con sus familias. Admito que cuando era más joven mi juicio no era el mejor, pero protejo a mi manada". Asiento aceptando su respuesta. Nadie era un santo y él admitía sus errores.

"Podemos ir a ver la propiedad si quieres. También tenemos planes de abrir Hogwarts a todos los niños mágicos, aunque sean hombres lobo. Aún falta mucho, pero esperamos lograrlo". Primero necesitamos que cambien las leyes que les quitaron la libertad. Hablamos un poco más y planeamos otro día para ir a ver la propiedad. Estaba un paso más cerca de mis objetivos y me sentía genial.