Love the Darkness

Capítulo 8

Hailey

Me siento en el gran salón, con la mente en blanco y negro. Había empezado a abrirme a mis compañeros y a aceptar su afecto, pero seguía sin poder completar el vínculo. Si solo fuera eso, estaría bien, pero no, tenía que lidiar con mi lamentable excusa de hermano en cuanto entrara en el castillo. ¿Cómo se atrevía a intentar ponerme en contra de mis gemelos? Si Neville no hubiera llegado lo habría matado. Entonces el viejo decidió que tenía que hablar con él después del banquete. Sonrío cuando se me ocurre una idea. Luna capta mi mirada y sonríe.

"Necesito que estén allí el profesor Snape y el profesor Flitwick" Le digo.

"Disfruto mucho con tu forma de pensar". Me río entre dientes ante su expresión soñadora y vuelvo a mi comida. Draco me llama la atención y le hago un gesto con la cabeza a Luna. Él asiente en señal de comprensión antes de volver a su conversación. Luna se marcha momentos antes que yo, dirigiéndose a Ginny. Suspiro y me dirijo al despacho del director. Paso la mano por la pared y dejo que mi magia fluya hacia Hogwarts. Ella zumba de felicidad. Hago mi petición y juro que se ríe. Tomo asiento y observo a Dumbledore mientras intenta penetrar en mi mente. Sólo eso ya era una ofensa castigable.

"Mi querida niña, tengo una propuesta para ti. Tu hermano te necesita a su lado y yo estoy aquí para ofrecerte un refugio. Todos los crímenes serán perdonados, entiendo que eres sólo una niña. Necesitas a alguien que te guíe". Dejo caer la cabeza mirándome las manos. Dejo que mi cuerpo se estremezca y oculto mi sonrisa cuando él se levanta y me pone la mano en el hombro. "No pasa nada, ya estoy aquí". Me levanto de un salto y corro hacia la puerta. Le oigo gritar mi nombre y se me saltan las lágrimas sólo por el efecto. Por suerte Luna se había excedido y ambos profesores subían las escaleras.

"Mi querida niña, ¿qué pasa?" Pregunta el profesor Flitwick. Sacudo la cabeza intentando moverme para pasar junto a ellos. Snape me agarra y no puedo evitar el estremecimiento.

"Por favor, tengo que alejarme de él". Grito. Snape me guía fuera de la escalera, Flitwick nos sigue no muy lejos. Una vez en el despacho de Snape, narro los acontecimientos echando mano de lo incómoda que me sentía.

"Incluso proporcionaré mis recuerdos, sólo que no quiero que me envíen de vuelta" Digo defendiendo mi caso. Reconozco el momento en que Flitwick me cree. Sus ojos se endurecen.

"Me pondré en contacto con Madam Bones. Esta vez ha ido demasiado lejos". Disimulo mi sonrisa de satisfacción mientras sale del despacho. Una vez a solas, me dirijo a Snape.

"Lord Malfoy es mi apoderado y creo que debería estar al tanto de esta situación", digo. Snape sonríe satisfecho y se dirige a su habitación, llamando a Lucius. Me siento en una silla mientras Snape le explica todo.

"Esto sin duda hará mella en su imagen, podría ser suficiente para que lo destituyeran" Dice Lucius.

"Eso es lo que espero. Por favor, informa a Mattheo que estoy bien, apuesto a que sintió mis emociones desbordadas, y con la llegada de Madam Bones no mejorará".

"Sí, lo último que necesitamos es que aparezca por aquí con Dumbledore todavía aquí" Dice Snape.

No tardan en entrar Madam Bones y dos aurores. Ella saluda a los hombres con la cabeza antes de pedirme que le cuente lo sucedido. Lo explico todo y vuelvo a ofrecer el recuerdo. Los adultos de la sala observan el recuerdo y empiezan a maldecir.

"Lord Malfoy le recomendaría que consiguiera un buen abogado. Dumbledore intentará arrastrar a la chica por el fango". Dice antes de marcharse.

"Profesor, ¿cree que puedo irme a la cama?" Le digo a Flitwick. Su cara se ablanda y asiente.

"Le sugiero que se quede en los dormitorios de Slytherin hasta que se solucione esto. No se le ocurrirá buscarla allí". Dice Snape y yo contengo una sonrisa.

"Gracias por la oferta, creo que será lo mejor" Dice Flitwick y Snape me conduce a las mazmorras.

Mattheo

Recorro el despacho de mi padre. Sé que está bien, pero el miedo sigue ahí. Esta maniobra pondrá una diana más grande en su espalda y lo odio. Lucius entra en el despacho y yo espero el informe.

"Lo hizo bien. Ha conseguido que todos se lo creyeran. Si no hubiera conocido el plan, hasta yo le habría creído. Se quedará en los dormitorios de Slytherin hasta que se ocupen del viejo tonto". Me dejo caer en la silla y gimo.

"¿Y si esto no es suficiente para que se lo lleven? Correrá más peligro" Digo mirando entre mi padre y Lucius.

"Si se niegan a llevárselo, las familias de sangre pura amenazarán con llevarse a sus hijos. Mi mujer tendrá a las otras madres en pie de guerra por la seguridad de sus hijos". Me estremezco. Las mujeres de sangre pura podían ser letales y, si se unían, nadie podía interponerse en su camino. Lucius se marcha para informar a su mujer y mi padre se vuelve hacia mí.

" En cuanto se haya ido, haré que te envíen a Hogwarts. Sólo porque él se haya ido, no evitará que sus seguidores vayan tras ella. Creo que es hora de que el mundo sepa quiénes son sus compañeros". Sonrío ante sus palabras. Hogwarts se inclinará ante sus nuevos líderes y los que estén en nuestro camino aprenderán que no perdonamos.

Madam Bones

Irrumpí en el despacho del ministro. Queria asegurarme de que todo estaba arreglado antes de arrestar a Dumbledore. Había oído los susurros de los niños de que no se sentían seguros con él y sabía que la madre de Susan se había planteado no enviarla de vuelta. Fudge se levantó de un salto, con los ojos muy abiertos ante mi enfado.

"Necesito una orden oficial para arrestar a Albus Dumbledore".

"¿Con qué cargos?" Pregunta. Intenta parecer neutral, pero puedo ver el brillo en sus ojos. No le gustaba Dumbledore, pero con la cantidad de poder que tenía, no muchos podían hacerle frente. Saco el recuerdo y se lo enseño.

"Lord Malfoy ya ha sido informado, así que sin duda Lady Malfoy lo sabrá" Le digo. Saca una orden y la sella. Asiento y salgo. Necesitaré unos cuantos aurores para esto.

Hailey

Me despierto envuelta en los brazos de Draco. No tenía sentido que me asignaran un dormitorio cuando no iba a estar aquí mucho tiempo. Técnicamente debía compartir habitación con Pansy, pero ella hizo la vista gorda cuando me fui. Me acurruco más antes de suspirar y levantarme. Cuando entro en la sala común, oigo murmullos. Se me forma una sonrisa al oír la noticia de que el viejo loco se había ido. Mattheo me había contado los planes de su padre anoche y me emociona no tener que ocultar por fin mi vínculo. Caminamos hacia el gran salón y decido sentarme en la mesa de Slytherin. Luna entra y se acerca, los Slytherin de la mesa se apartan para hacer sitio. El profesor McGonagle se dirige a los alumnos, limitándose a decir que Dumbledore estaba de viaje de negocios. Bueno, eso no serviría, necesitaba que el colegio se pusiera en su contra.

"Corred la voz" Digo a la mesa y ellos asienten. El profesor Snape se acerca y me hace un gesto para que lo siga.

"Tu audiencia será el viernes. Lord Malfoy estará aquí para escoltarte al juicio".

"Gracias" Digo y me voy. Sólo faltan unos días para que todo esté en orden.

Ese mismo día me reúno con mi grupo y explico todo a los que aún no se han enterado. También les informo de que les daré sus marcas el viernes por la noche. No quería que estuvieran sufriendo en clase y que la gente hiciera preguntas. Las cosas se agitarían después de la sentencia y necesitaba poder localizar a mis miembros.