¿Monstruo o estafador?

194 28 30
                                    

Capítulo 10

Los verdaderos monstruos a veces no se encuentran bajo tu cama. A veces te miran de cerca y te jalan las mejillas. Te sientes cómodo con ellos, y hasta juegas a su lado.

Los monstruos son monstruos porque tú los ves así. Pero siempre habrá alguien que querrá jugar con ellos.

Porque siempre habrá alguien peor que tú.

¿Qué prefieres?

¿Tenerle miedo? O ¿Jugar con él?

¿Tenerle miedo? O ¿Jugar con él?

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—Dime de donde conoces a Káliz.

—¿Conoces de antes a Káliz? —le preguntó el ojiazul a mi hermano.

No planeaba que sonara tan exigente aquella pregunta, pero no podía seguir con aquel enredo en mi cabeza. Necesitaba llenar todos los espacios en blanco que pudiera, e incluso Elías era partícipe de todos los secretos que me andaban inquietando.

Elías y Káliz se conocían de algo. Y quería saber todos los detalles, antes de tener que enfrentarme de una vez por todas a la verdad.

O al menos una parte de ella.

—Cuando dijiste aquel nombre, pensé que era una simple coincidencia —dijo dirigiéndose al chico—. Pero por lo que veo no , son los mismos Catrive —desvió su mirada hacia el frente—. No pensé que volvería a toparme con ellos, no de esta forma.

—¿De ahí conoces a Káliz?

Sonrió de manera sombría, llevando casi al límite los costados de su boca, provocando que Mik se mostrara aún más curioso por su respuesta, y de paso yo también.

—Ese maldito bastardo —recalcó ahora transformado su sonrisa en una afilada—. Káliz Catrive, claro que me sonaba el nombre. Resultó ser un maldito...

—Estafador de mierda —le grité a Káliz en la cara , por fin borrando su sonrisa.

Se sintió muy bien ver esa reacción ¿Donde está la toda tu confianza ahora?

—¿De que estás...

—¿Pensantes que Elías no me iba a contar? Se ve que no sabes cómo funciona una verdadera familia, hipócrita.

Frunció el ceño y pude jurar que vi dolor en su expresión, pero se recompuso rápidamente.

¿Dolor? ¿Porqué una persona así iba a sentir dolor? No me iba a engañar otra vez.

—¿Te contó? Vaya, si que era bueno cumpliendo promesas —dijo con sarcasmo.

—¿Promesas? ¿Qué sabrá un maldito traidor como tú de promesas?

WitchbloodWhere stories live. Discover now