Carlotta

88 9 14
                                    

Nunca mires un espejo negro
Se tragará tu alma.

...

Capítulo 18

—Pensé que esto sería más épico.

Apreté mi boca y giré lentamente la cabeza para mirar con desagrado a mi hermano. La poca seriedad que le daba al asunto sacaba la poca paciencia que quedaba en mi y se la pasaba por el trasero como papel higiénico.

Pasamos la barrera oscura que tenía las puertas de la Iglesia y llegamos a un lugar totalmente ajeno a lo que era Geralds.

Era la entrada de otro lugar. A mi parecer al menos.

Pero no daba la sensación de seguir estando en Geralds , fuera donde fuera que estuviéramos, ya no estábamos en el pueblo. Al mirar hacia arriba había una base de madera alargada que hacía la función de cartel de entrada, junto con dos troncos de madera posicionados de manera horizontal en los extremos. Solo tenía las letras "OS". Al mirar más delante había un camino de tierra, pero la presencia del cazador a unos metros más delante detuvo mi inspección del terreno.

Se giró hacia nosotros y sonrió con satisfacción en su mirada.

—¿No que muchos huevos , vampiros?

Me acerqué dando zancadas hacia él , no planeaba golpearlo, pero necesitaba hacer algo para quitarle esa cara de "sabía que se cagarían encima".

Iba a responderle algo sumamente sarcástico e inteligente, que seguramente se me ocurriría en el transcurso de mis palabras , pero una ola de náuseas me subió desde el estómago y se paseó por mi garganta como modelo de Victoria Secret en pasarela.

Mis pensamientos carecían de sentido, pero es que el mareo me atacó desprevenida.

No pude contenerme. El vómito salió de mi boca y pintó la camisa estilizada (y que parecía de marca cara para el colmo) que llevaba Káliz puesta. Era una especie de mezcla roja y grumosa , y ahora estaba encima de Káliz.

Había vomitado a Káliz.

A

Káliz.

—Dios, que asco.

—¡Eso debería decirlo yo! —se hecho hacia atrás consternado por mi acción , pero no se podía mover mucho, tenía a Zayn encima suyo. Se miraba la camisa y me miraba a mí repetidas veces. Su cara era un poema.

Quise disculparme , pero sin darme cuenta ya estaba mirando el cielo, luego la cara preocupada de mi hermano entró en mi campo de visión.

Mis músculos habían perdido fuerza de repente , me sentía como una masa voluble y maleable en los brazos de mi hermano.

—No me siento bien —susurré con la poca conciencia que sentía que me quedaba. No entendía que me ocurría, pero no podía mantenerme despierta.

—No te...Daf....¡Hey!.....

Mis párpados cayeron y la conciencia escapó de mí nuevamente.

...

—No sabía que ahora se podía traer a las presas aquí —dijo una voz femenina.

—No se puede —le respondió una voz masculina esta vez.

—¿Y ella que hace aquí?

—Se ve que es su nieto, lo deja hacer lo que le dé la gana —respondió una tercera voz, uniéndose a la conversación de las dos anteriores.

WitchbloodWhere stories live. Discover now