La verdadera predicción, es la tuya

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Capítulo 14

Las sonrisas más perfectas pueden llevarte al infierno, porque la perfección es oscura, y la oscuridad ama corromper almas.

Las sonrisas más perfectas pueden llevarte al infierno, porque la perfección es oscura, y la oscuridad ama corromper almas

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Privet dorogaya —acató Giselle con aquella sonrisa diabólica.

No tenía otra palabra más aceptable para describir aquella mueca en sus labios.

—En mi idioma —le recordé con la garganta seca. Estaba tentada a arañar mi cuello por la sensación de sed.

¿Qué hacía ella aquí?

—¿Vas a querer azúcar o no? —repitió de nuevo.

Mis huesos temblaban de anticipación. Mi realidad se encontraba distorsionada, solo podía sentir el olor de la sangre en mi nariz cosquilleando con insistencia.

—¿Qué mierda quieres? —no tenía cabeza para pensar racionalmente, sentía que podría desmayarme. Y eso no era nada bueno.

Tantas personas que podrían haber atravesado esa puerta , y justamente pasa la tipa que me rajo el cuello hace , ¿cuánto tiempo fue? Bueno , eso era irrelevante. Ahora mismo solo podía pensar en mil maneras de encajarle el diente.

—¿No es obvio? Vine a alimentarte, Daf —mi nombre en sus labios sonaba tétrico.

Empecé a cortar el interior de mi boca con mis propios colmillos. Este estado tan incomodo no era natural , parecía el inicio de un ataque de locura. Estos eran frecuentes en vampiros recién convertidos , mi padre me había hablado de ellos , pero yo no debería sufrir nunca uno de esos. Yo siempre había tenido el control. La saliva se empezó a acumular en mi boca , provocando que algún hilo se escapara por mis labios. ¿Sentir asco de mi misma dos veces en menos de media hora era posible? Claro que si.

Apreté mis labios con fuerza para que dejaran de escurrir saliva como perro con rabia , y le envié una mirada asesina a la chica sonriente frente a mi. Subir la cabeza para verla me daba mucho mareo, porque además de hambre , estaba demasiado débil.

—Tu definitivamente buscas que te maten, ¿cierto? —dije entre dientes.

—La muerte para nosotros no es un obstáculo, y cuando veas lo que tengo que mostrarte... —se arrodilló para quedar a mi altura—, tu vida tampoco lo será.

Me dio mucha intriga cómo nos incluyó a ambas en aquella frase.

La taza en sus manos ni siquiera temblaba. Sentía como una fuerza superior me llevaba hacia el frente y el dolor en mis colmillos aumentaba. Mi estómago se sumó al malestar y empezaba a sentir un frío insoportable calar mis huesos como el filo de una navaja.

WitchbloodWhere stories live. Discover now