𝑷𝒖𝒓𝒑𝒍𝒆 𝑯𝒆𝒂𝒓𝒕 ── 𝑻𝒉𝒆 𝒔𝒄𝒉𝒐𝒐𝒍 𝒇𝒐𝒓 𝑮𝒐𝒐𝒅 𝒂𝒏𝒅 𝑬𝒗𝒊𝒍

𝔉𝔦𝔣𝔱𝔥 ℭ𝔥𝔞𝔭𝔱𝔢𝔯

Definitivamente, no tome atención a la clase de esconderse en ataúdes.

Tener que inhalar bocanadas de tierra, mientras me intentaba de acomodar con otras tres personad a mis costados, no era algo "cómodo".

— Tedros... ¡Estás agotando todo el aire, asique más te vale aguantar la respiración! - me regaño Jackson

No le tome tanta atención, ya que sostenía a Vi entre mis brazos mientras temblaba de miedo.

— ¡No veo nada, necesitamos magia! - tartamudeé

Pronto el dedo de Jackson empezó a brillar de un color dorado que ilumino la tumba, era del tamaño de una tumba para una persona, no para cuatro personas.

Sin embargo, por más que buscáramos un cadáver... no había nada, solo tierra.

Todos nos quedamos inmóviles. Dos ojos marrones nos miraron a través de una máscara de un... ¿Ninja?

Quisimos gritar, pero la misteriosa persona nos tapó la boca.

— ¡Cállense! ¡Los oirán!

— ¿Es la mamá de Sophie? - cuestiono Agatha a lo que la enmascarada se rio

— Ay, qué absurdo, pero ahora no es momento de dar explicaciones

En eso oímos un fuerte crujido encima de nuestras cabezas, como si una espada cortara la tierra.

— Revísenlas todas - ordeno alguien - He interceptado un mensaje de la Liga de los Catorce, diciendo que llegarían a través de una tumba.

— Podrían haber sido más específicos, debería de reescribir mi historia, no cavando tumbas para encontrar a unos inútiles adolescentes, ¿qué tienen de especial?

— Rafal los quiere y creo que es suficiente para ti. — contesto la voz áspera - Él puede darle otro rumbo a nuestras historias

En eso, un hacha perforo la tumba, clavándose en medio de mis piernas

— Aquí no hay nada, mejor vámonos al bosque, capaz pueda comer a un niño más

Esperamos un rato hasta que sacamos nuestras cabezas para tomar aire.

Volteé a ver si Vi estaba bien, pero ella se encontraba asustada mirándome.

— ¡Tedros! - grito antes que alguien la atrapara.

Era un lobo, alto y huesudo, de su cara se desprendía piel y carne, que dejaba agujeros en su cráneo.

— Pero mira que tenemos aquí, parece que una princesita ha regresado - gruño el lobo mirándola de pies a cabeza - Y parece que ahora es una pequeña asesina, muy curioso. El Cuentista dejó de escribir, el mundo se muere, los ejércitos se sublevan... ¿Y todo por su culpa? - susurro agarrándola con más fuerza, mientras Violet se quedaba - Eres bonita, pero no es para tanto y la otra, ni parece princesa. ¿Tanto ha caído el bien desde que me fui? ¡Hasta Caperucita se veía apetitosa!

—¡Sin embargo... el cazador lo asesino! - grito Violet

—¿En serio y cómo lo hizo?

— ¿No has leído el libro? Mejor léelo, no te voy a estar solucionando los problemas - en eso el lobo la empezó a agarrar más fuerte, pero ella miraba a Jackson - Ni para que te pongas así, el cazador le arranco el estómago con sus propias manos, aunque da un poco de asco, lo hizo.

— ¿Y ese lobo está muerto?

— Aparte de flojo estás sordo... Sí, está muerto

— ¿Bien muerto?