Familia feliz

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Mi tía era feliz; ella iba todas las tardes con Charl —mi tía Ash llamaba a Charlie Charl, aunque no le gustaba, le dejaba que le llamase así, igual que yo le llamaba Li— para ir a ver películas, a merendar,... iban juntos a todos lados. Me hacía muy feliz que ellos fueras tan amigos, y más feliz que Charlie no tuviera ningún lazo de sangre con mi padre. Empezaron a quedar más, incluso iba a nuestra casa. Él pasaba más tiempo con nosotros, y Dani también se hizo más amiga nuestra. Un día vinieron a cenar todos, ya que querian hacer como una cena todos juntos, hacía tiempo deseaban hacer esa cena.

Y pasaron tres meses. En estos meses, Charl y mi tía empezaron a salir.
Era diciembre, mi mes. El mes de mi cumpleaños. El mes en el que pasaron más cosas de las imaginadas. Estábamos en una playa, una en la que había mucha gente extraña tocando la guitarra, con una fogata. Era un bonito fondo, así que decidimos acercarnos un poco, para tener un ambiente cálido, y Charl le pidió matrimonio.
Todo era genial, menos mi corazón, estaba tan roto... al fin, seguía queriendo a Aaron, solo se lo inventó para impresionarme y hacerme sentir bien, pero bueno... no me gustan las mentiras. Y me odié por haberle mentido hace tiempo.
En un suspiro, ya era mi cumpleaños, lo celebramos junto Charlie y mi tía. Lo pasamos bien, muy bien, fuimos de compras... todo fue muy bien.
Hasta ese regalo.
Un ramo de flores enorme. Uno en el que ponía una nota:
Feliz cumpleaños. Wal, eres una excelente persona, y no mereces a alguien como yo. No te lo dije, pero ese pelo que te has puesto te queda demasiado bien. Hemos pasado tanto... He de decir que te hecho de menos. Porque sé que te necesito, eres la mejor persona que ha venido a mi vida. Me da miedo que pienses que no soy el mismo, porque al final si lo soy. Te lo digo de verdad, te quiero, y no te voy a pedir una segunda oportunidad porque ya sé que no me la darás debido a mi comportamiento. Lo siento.
¿Te acuerdas de lo que me dijiste? Fue esto:

"Oye, yo no me voy a ir. Y como lo hagas tú me vas a romper el triste corazón. Así que haz el favor de no decir tonterías. No te vas a ir. Y yo tampoco. Voy a estar contigo. En los buenos momentos y en los malos. En todos los momentos voy a estar a tu lado y voy a ayudarte a estar mejor. Y si estás roto, yo te pegaré. Si estás vacío yo te llenaré. Estaré ahí. Así que calla y abrázame."

¿Quien iba a decir que sería mentira? Yo, porque sabía que en algún momento lo iba a estropear. Y me lo he buscado. Lo siento muchísimo. Pero me he apuntado a una clínica que me ayudan a dejar las drogas y así estar contigo. Bueno, es una cosa del hospital. Así que si alguna vez deseas verme, cosa que no creo, sigo aquí. ¿Tú ya vas a la universidad? ¿Estudias derecho, la carrera de tu vida? No sé porque lo pregunto.
Siempre estaré para ti,
Aaroni, Ron, Ro, Ross, o Rossadito (como desees llamarme, porque Rossadito nunca me molestó) ;)

¿Porque el papel se estaba mojando? ¿Porque estaba caminando hacia fuera con tal de encontrar un taxi?
Y 5 minutos después estaba en el hospital preguntando por él. Me dijeron que estaba en psicología. Lo esperé fuera de la sala. Y salió. Tenía el pelo más corto, y parecía haber llorado allí dentro. Pero sin embargo tenia muy buen aspecto. El mejor que había visto. Y sin más se puso a mi lado.
—¿Porque has venido?
—Quería verte.
—Que lento se me ha pasado. Tres meses eternos.
—Quería decir que a mi también, pero en realidad se me han pasado rápidos. Mi tía se ha puesto el mismo pelo que yo, vamos muy seguido de compras, tomamos cosas juntas. Mi tía y Charlie se van a casar.
—¿En serio? ¡Que bien!
—Pensaba que yo era el amor de su vida, pero parece que la pequeña Ash ya ha encontrado a otro.
—Pero tú ya tienes un amor de tu vida.
—¿Quién?
—Yo.
Sentí como la primera vez que me cogió de la mano, me sentí enamorada por primera vez. Hacia tanto tiempo que no me sentía enamorada...
—¿Cuándo sales de aquí?
—En tres semanas. Aunque tendré que seguir viniendo.
—Fui yo quien hizo que vinieras.
—Tranquila, nos ha ido bien para aclarar cosas.
Pero, ¿estamos en paz?
—Rossado, estamos en paz.
—¡Aaron!— su madre se acercaba.
—Te he traído... ¿esta es la que hizo que estuvieras llorando todos esos días?
Definitivamente, se me había partido el corazón al escuchar eso.
—Si mamá, pero ella no es la mala.
—Si lo es.
—Señora yo no...
—Cállate.
—¡Mamá!
—¿Que?
—No le vuelvas a decir algo así a la futura esposa de tu hijo, y madre de tus nietos.
Mi corazón, de golpe se volvió a pegar y dio un vuelco. Mi corazón estaba teniendo demasiadas emociones por hoy.
—Creo que me voy.
—Te acompaño. Mamá, quédate aquí. Y de paso voy a ver a Alan.
¿Alan?
Oh vale, ahí estaba su hermano.
Fuimos hasta la puerta de su habitación.
—Aaron, te ves muy bien.
—Tú también.
—Estas mejor, física y mentalmente. Te ves atractivo y también parece que estás mejor. Eres sincero.
—Vaya, gracias.
De repente, de sus mejillas descendían lágrimas. Se veía tan débil y sincero... no me podía resistir. Y si, lo hice. Le besé. Y fue bonito y ligero. También rápido.
—No sabes cuanto estaba esperando esto.
—Yo también.
—Me siento bien, y mira, sin drogas. Eso es un paso.
—Estoy orgullosa—dije limpiándole una lágrima—.
—¿Vas a venir a verme?
—Claro. Cada día.
—Bien.—una sonrisa se posó en su cara.
—La boda es en dos semanas.
—Podré ir.
—Me alegro.—le planté un beso en la mejilla.—Tú serás mi acompañante.
—Que bien.
—Si.
—Bueno. Creo que te has de...
—Ir, si.
—Mi hermano te va a acompañar. Está afuera.
—Vale.
Nos abrazamos, y no quería dejarlo ir. No otra vez.
—No te voy a dejar solo.
—Gracias.
Nos apartamos, y en ese momento me sentí bastante desprotegida.
Estaba más segura con él.
—Adiós Wal.
—Adiós Aaron.
—Felices 19.
Cerré la puerta, y me encontré con su hermano. Me iba a guiar a la salida —yo no me aclaraba— y de paso hablar con él.
—Hola.
—Hola, ¿eres Header?
—Si.
—Mi hermano habla maravillas de ti.
—Me encanta tu hermano.
—Me encanta que te encante.
—Y a mi me encanta que te encante que a mi me encanta.
—Me he perdido.
—Hasta yo me he perdido.
—Nos vamos a llevar bien.
—Si.
—Él es... muy él. Especial. Lo quiero como loco, siempre me protege, está conmigo en todo... demasiado bueno, y yo sé que haría lo que fuera por ti. Él estuvo llorando cada noche porque, bueno, le dejaste claro que no querías ver lo hasta que quisieras. Y se le ocurrió lo del ramo de tu cumpleaños. Ha estado cambiando, está mejor, ya no consume cosas.
Estoy orgulloso.
—Yo también. Y coincido con que lo quieres como loco, yo también lo hago.
—¿Te casarías con él?
—También tendría tres hijos.

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⏰ Last updated: Aug 11, 2023 ⏰

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