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CAPÍTULO 2 | AMISTADES Y LEALTADES

Cuando sintió un peso en su cabeza y los pocos murmullos cesaron, ella lo supo. El Sombrero Seleccionador había entrado a su cabeza.

-Interesante... -comenzó a hablar éste de forma que solo Emma escuchaba sus palabras- otra Weasley más... ¿Sabes? Te podría poner en Gryffindor, como al resto de tus hermanos. Tienes coraje, disposición y harás cosas grandes ahí, pero... -. Emma tragó saliva, nerviosa- ¿Qué hay de las otras casas? ¿Por qué no... Ravenclaw? Tienes el ingenio, el intelecto, estás dispuesta a aprender y podrías tener esa sabiduría necesaria…

La vista de la chica se dirigió involuntariamente a donde estaban sus hermanos, los gemelos estaban impacientes y la miraban expectantes mientras la mirada de Ron cambiaba constantemente de la pelirroja a la mesa, esperando que la comida apareciera ahí.

-Asimismo está Hufflepuff, también encajarías muy bien ahí. Eres justa, leal y muy trabajadora…

-Prefiero Gryffindor -pensó Emma.

-Pero no creo que pertenezcas a Gryffindor...ya lo tengo...no hay mejor lugar donde encontrar verdaderos amigos -resonó el sombrero en la cabeza de la chica.

Después, Emma notó como si el sombrero se fuera de ella, ya podía escucharle todo el Gran Comedor.

-Hay muchas cosas que resaltan en tí, Emma...eres inteligente, astuta, ambiciosa y, sin duda, serías una gran líder...¿Gryffindor? No. Tú casa es obvia...¡Slytherin!

Cuando el Sombrero Seleccionador dijo eso, Emma no se atrevió a mirar a la mesa de Gryffindor. Simplemente dirigió su mirada a los Slytherin, tan solo unos pocos aplaudían, la mayoría no se veían muy contentos y otros estaban simplemente confundidos.

Esto debe ser una equivocación.

McGonagall le quitó el sombrero de la cabeza y Emma se dirigió a la mesa de Slytherin. Todos ahí eran demasiado intimidantes, incluso los de primer año.

Se sentó en un hueco libre y esperó a que apareciese la comida sin levantar la vista, tan solo miró a un punto fijo en la mesa, evitando escuchar las conversaciones que tenían a su alrededor.

Un escalofrío recorrió su cuerpo al notar a alguien sentándose a su lado. Emma supuso que era una chica al escuchar su voz, que pidió amablemente a quien estaba a la derecha de la pelirroja que se moviera.

-¿Hola? -articuló la desconocida, mientras apoyaba su cabeza sobre sus brazos para asomarse a la cara de Weasley.

-Hola -contestó Emma y rápidamente levantó su mirada a la vez que la chica rubia también se incorporaba.

-Soy Daphne, bienvenida -dijo, tendiendole la mano y con una sonrisa en la cara.

-Yo soy Emma -contestó la pelirroja, correspondiendo el gesto de la rubia.

-Se que pensarás que ha sido un error y esas cosas pero quiero que sepas que el Sombrero Seleccionador nunca se equivoca -aseguró Daphne, alargando la palabra nunca.

Emma notó a más gente acercándose y ambas chicas se giraron para ver cómo un grupo llegaba a los asientos enfrente de ellas y los que ocupaban esos sitios se levantaban para cederlos.