𝗲𝗻𝗶𝗴𝗺𝗮 !¡ 𝗲𝗺𝗺𝗮 𝘄𝗲𝗮𝘀𝗹𝗲𝘆

OI4

—Dean se quedará por si alguien pregunta por nosotros —explicó Hermione a Emma mientras caminaban por los pasillos.

—¿Sabes dónde es exactamente, Mione? —preguntó Harry, a la vez que agarraba a Emma del brazo y la empujaba a su lado al ver que la escalera se empezaba a mover.

—Creo que sí —contestó la castaña.

Siguieron andando en silencio debido a que el toque de queda ya había pasado.

—Ten cuidado, vas a despertar a algún cuadro —le murmuró Ron a su hermana, quien parecía no poder andar con los tacones que Pansy le había prestado.

—No sé caminar con estas cosas —se quejó Emma, la cual iba sujetándose en los hombros de Harry y Ron para sostenerse en pie.

Los cuatro pararon en seco al escuchar pasos.

Por suerte lo tenían todo planeado y pudieron actuar rápido.

Hermione sacó rápidamente la capa de invisibilidad de su bolsa y se la dio a Harry, quien en un movimiento veloz se tapó a sí mismo y a Hermione con ésta.

Después, la castaña le dio su mochila a Ron y éste sacó un mapa, del cual no habían querido contarle mucho a Emma. El pelirrojo se aproximó cerca de uno de los túneles secretos, escondido trás una estatua.

Y Emma se escondió trás un muro, la opción más simple pero lo suficientemente efectiva.

Los pasos resonaban cada vez más fuerte hasta que la ojiazul pudo distinguir dos figuras en la oscuridad del pasillo.

—¿Por dónde se habrán ido? —. Emma reconoció al instante esa voz.

Se asomó cuidadosamente, encontrándose con Malfoy y Moody en mitad del pasillo.

—Harry Potter, Hermione Granger —pronunció Ojoloco de la nada, Weasley dirigió su vista al punto donde había visto por última vez a los nombrados.

Pudo ver cómo en el pasillo de enfrente ambos se quitaban la capa.

—Profesor —dijo Hermione, saliendo junto a Harry de su escondite.

—No podéis estar a estas horas por los pasillos. Lo sabéis, ¿no? —habló Moody, para después guardar silencio por unos segundos—. Y parece que Ron Weasley tampoco lo sabe —. Emma se estremeció en su sitio al escuchar eso, por desgracia el escondite de Ron era un punto ciego para ella.

—Debería castigarlos —sugirió Draco.

—Eso no es justo, Malfoy también está en los pasillos ahora mismo —se quejó Hermione.

—El señor Malfoy me está ayudando a patrullar a cambio de unos puntos extra para Slytherin —explicó el profesor—. Os acompañaré a vuestra Sala Común.

—No es necesario —dijo Granger rápidamente, sabiendo que si iba se encontraría con la fiesta—. Los sentimos mucho profesor. Volveremos a nuestros dormitorios ya mismo.

—Yo creo que sí es necesario —afirmó Moody, ignorando el comentario de Hermione—. Andando.

Emma escuchó varios pasos y rodeó el muro al verlos caminando delante suya.

—Weasley —. La nombrada se dió la vuelta rápidamente al darse cuenta de la presencia de Draco, él no se había ido aún.

—¿Por qué no estás en la fiesta? —cuestionó Emma.

—Lo mismo podría preguntarte yo a tí —. La pelirroja tragó en seco, nerviosa.

—Sé que tramas algo —afirmó ella y le miró con los ojos entrecerrados.