𝗲𝗻𝗶𝗴𝗺𝗮 !¡ 𝗲𝗺𝗺𝗮 𝘄𝗲𝗮𝘀𝗹𝗲𝘆

O22

A la mañana siguiente, Emma despertó sobresaltada al notar que había alguien a su lado, aunque se le pasó al ver que era Daphne.

Recordó la noche anterior, cuando la fiesta terminó y decidieron ir a la habitación de los chicos para seguir hablando pero después se hizo demasiado tarde y decidieron dormir todos juntos.

Miró a la rubia, que seguía viéndose elegante incluso durmiendo.

-¡Ay! Ese gato me ha mordido -escuchó a alguien gritar en susurros.

Emma se incorporó, cuidando no despertar a Greengrass, y vió a Theodore con Nox en brazos y a Malfoy revisando su dedo índice.

Rió sin poder evitarlo, haciendo que ambos se giraran hacía ella.

-¿Has dormido bien? -preguntó Theodore amablemente, acariciando al gato.

Weasley se sentó en la cama y estiró los brazos, tratando de desperezarse.

-¿Qué hora es?

-Son las once -. Emma abrió los ojos desmesuradamente.

-Relájate, Weasley, hemos traído algo de comida y hoy no hay clases.

La pelirroja miró a Malfoy, que ya se había levantado de su cama, duchado y vestido con ropa casual.

-Me acabo de despertar, como vuelvas a usar ese tono, empezamos mal el día -advirtió, poniéndose unos calcetines que Theodore le había dejado.

Blaise, desde su cama, hizo un sonido con la boca, animando la pelea.

Afortunadamente -o por desgracia- la discusión no continuó ya que los cuatro se giraron al escuchar golpes en la puerta.

Malfoy fue quien abrió, dejando pasar a una lechuza, que sobresaltó a Emma cuando se dirigió directamente a ella, aunque se limitó a quedarse sobre el escritorio de Theodore, justo al lado de la pelirroja.

-Es Errol, la lechuza de mi familia -informó ella, desatando la carta con nerviosismo mientras le pedía a los chicos que le dieran algo de comida.

-Leela -pidió Blaise, lleno de curiosidad, mientras la lechuza abandonaba la habitación y Weasley se volvía a sentar en la cama.

La chica procedió a leer el pergamino en silencio, creando aún más expectación por parte de sus amigos.

Querida Cellie,

sé que no hemos hablado mucho durante estos meses, pero este es el único momento en el que estoy algo desocupado, y solo por un par de minutos. Ayer me enteré, gracias al señor Malfoy, de que eres una Slytherin y, con total honestidad, no puedo estar más orgulloso de ti. Siempre nos hemos llevado sorprendentemente bien, Emma, y eso me ha hecho darme cuenta durante todos estos años de que tenías características de serpiente y carecías de las de Gryffindor.

No evadamos confesarlo, ambos lo sabemos, nuestros padres estarán bastante disgustados respecto a esto. Así que, ahora más que nunca, Emma, te animo a dejar de lado lo que te digan Ronald o mamá, no dejes que influyan en tus amistades, valores o creencias, hermana.

Estoy muy ocupado ayudando en el Ministerio así que siento si la carta es demasiado corta, y tampoco tengo la menor idea de cuándo podré volver a escribirte, aunque espero que nos veamos en Navidad. Aun así, responde cuanto antes y cuéntame todo lo que quieras, te leeré enseguida.

Espero verte pronto, Cedrella.

Con cariño,

Percy.

Emma terminó de leer la carta con una sonrisa en el rostro, feliz de volver a ver la increíble caligrafía de su hermano y ver cómo la llamaba, siendo él el único que solía llamarla por su segundo nombre, inventando mil apodos que solo él usaba.