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CAPÍTULO 5 | LA SOMBRA DE LA SOSPECHA

-¿Venís al campo de Quidditch? -preguntó Dean al grupo, sentándose junto a Emma y abrazándola por los hombros mientras unos ojos verdes lo
fulminaban-. Hemos pedido a McGonagall que nos lo reserve para hacer un partido amistoso.

-Claro, vamos -respondió Ron, feliz por jugar, yendo a buscar su escoba.

-Voy a por mi escoba. ¿Nos vemos ahí? -dijo Emma, dirigiéndose a la puerta.

-Yo te acompaño -soltó Harry y ambos salieron del dormitorio.

-Estoy tan feliz, es la primera vez que juego
aquí -contaba la chica, emocionada.

-¿Vas a hacer de buscador? -interrogó el chico.

-Puede ser -. Ambos sonrieron y pararon frente a la puerta de la Sala Común de Slytherin-. Mejor quedate en la puerta, sin ofender.

-Tampoco quería entrar -bromeó Harry y la pelirroja entró a la Sala Común.

-¡Emmie! -se burló amistosamente Theo en cuanto vió a la chica entrar.

-No me vuelvas a llamar así -dijo Emma riendo, segundos después, se le iluminó la cara al pensar en algo-. Theo, amigo mío.

-¿Qué me vas a pedir? -preguntó el chico.

-¿Serías tan amable de prestarle a tu querida amiga tu escoba? -rogó Weasley.

-Está bien, pero devuelvemela antes de la cena y que no te la requisen -advirtió, dirigiéndose junto a Emma hacía las habitaciones de los chicos.

-Mil gracias, te adoro -dijo la chica en cuanto tuvo la escoba en sus manos.

A Theodore Nott no le gustaba jugar Quidditch, a veces disfrutaba viéndolo pero nunca sintió que era lo suyo. A pesar de eso, su padre se encargó de comprarle una escoba de última generación, con las iniciales del chico talladas y con bastantes accesorios.

Emma sabía que la escoba era cara y le hacía bastante ilusión que su amigo se la hubiera confiado.

-Como no ganes no te la vuelvo a prestar -bromeó el chico, señalando a Emma con el dedo índice y suponiendo que iba a jugar algún partido informal, Weasley asintió y se dirigió a la salida rápidamente.

En cuanto puso un pie fuera de la Sala Común, una imagen se formó delante suya.

-¡Callate! -gritó Harry, empujando a Malfoy.

-Solo digo la verdad -dijo Draco, calmado.
Emma fue hacía ellos y agarró a Harry del brazo, separandolos.

-¡Díselo! ¡Dile lo que estabas diciendo! -vociferaba Potter mientras Weasley le empujaba para atrás.

-Malfoy, vete -se limitó a decir Emma, el nombrado dirigió la vista a la escoba de la pelirroja.

-Esa es la escoba de Theodore -soltó, mirando después a Harry-. Te lo dije, nos está robando.

-Theo me la ha prestado, pesado -respondió la ojiazul, agarrando a Harry del brazo y empezando a caminar.

-Deberías haber escuchado lo que dijo de ti, es
tan -. Harry prefirió no terminar la última frase.

-Da igual. Actúa normal ahora y no le cuentes nada a mis hermanos -dijo Emma, peinando el pelo del azabache.

-¡Ya han llegado los buscadores, empieza el
partido! -gritó Fred en cuanto los vió entrar al campo de Quidditch, cada uno de los recién llegados fue a su posición para empezar el partido.

Y así fue, cada quien se subió en sus escobas y empezó a hacer su trabajo.

Emma buscaba la snitch por todos lados, agradeciendo a los gemelos de vez en cuando por salvarle de varias caídas y otros muchos golpes.