Capitulo 3: Espera

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Había pasado una hora y media desde que habían llegado del trabajo, ya cambiados y bañados, bajaron nuevamente a la sala principal, notando una pequeña cosa, la pequeña guatemalteca seguía sentada frente a la puerta, esperando al mexicano.

Con curiosidad, el kazajo se acercó a ella viendo como estaba sentada abrazando una almohada, lentamente quedándose dormida hasta casi caer al suelo, momento exacto donde el mayor la pudo agarrar y echar lentamente en el suelo, apoyando su cabeza en sus piernas.

Se quedó dormida... ¿Ahora que hago? Está apoyada en mi — mencionó con suavidad el kazajo, esperando no despertar a la menor de su dulce sueño, se veía bastante cansada, y lo que menos le gustaría era levantarla.

Pues ¿Ves la almohada que tiene abrazada? Ponlo debajo de su cabeza y déjala descansar — respondió la pelirroja mientras continuaba con su atenta lectura — Ella no muerde... O al menos, no cuando está dormida

¿Ella muerde? ¿Por qué? — volvió a preguntar el ojidorado mientras intentaba acomodar a la menor en sus piernas, no podía simplemente dejarla dormir en el suelo, así que se acomodó mejor para poder estar en esa posición un largo rato, y si es que ella quería despertar, le podía acariciar la cabeza y calmarla.

A veces hace eso para prevalecer un dominio, si te muerde, significa que te adora, lo sé, porque siempre nos muerde a nosotros, a todas horas, aunque claro, no es muy fuerte ni nos saca sangre, pero adora estar mordiendo nuestras manos, o brazos

Una vez me mordió la pierna, pero su punto fuerte son los brazos y los dedos, adora morderte los dedos, o mordisquearlos un poco — intervino el chileno soltando algunas ligeras risas, la pequeña era todo un caso.

Es una pequeña manía suya para estar calmada

Dijeron que ella tenía apego ansioso... ¿Qué es exactamente? — preguntó una vez más el kazajo mientras se mantenía acariciando el cabello de la pequeña, sintiendo un ligero ronroneo de su parte, era tan linda que apenas podía pensar con claridad.

El apego ansioso básicamente es una pequeña condición donde la persona tiene que recibir cariño constante o no se sentirá apreciado cayendo en depresión, Guatemala en este caso, tiene que escuchar contantemente que la quieren para estar tranquila, a veces los abrazos no bastan para que esté mejor

¿Qué hay de los besos? — preguntó la americana bastante curiosa.

Oh, hasta ahora no ha tenido su primero beso — respondió con simpleza el chileno como si fuera lo más obvio del mundo dejando aún más extrañados a los mayores.

¿Cómo que no se han besado? — ahora se metió el ruso a la pregunta — ¿Qué clase de omega casada nunca a besado a su Alpha? Más bien ¿Qué clase de pareja nunca se ha besado?

Pues es así ¿Y eso que? — volvió a responder con simpleza el chileno, no entendía su punto ¿De qué se trataba todo eso? — Yo tampoco lo he hecho, nunca he besado a Mex, y Per menos

Ustedes... Son cariñosos con México, pero aun así ¿Nunca lo han besado? ¿Jamás? — ahora consultó el pelinegro de lentes, estaba más que extrañado, él si tuviese un omega, la besaría todo el día hasta cansarse ¿Por qué el mexicano no haría lo mismo?

Pues no, no entiendo por qué deberíamos hacer eso... — esa pregunta constante incomodaba un poco al chileno, si él no quería besar a su Alpha ¿Por qué habría algún problema con eso?

Bueno, si yo te tuviese como omega, créeme que te besaría todo el día si pudiera por lo lindo que eres, eso es un hecho — rebeló con una simpleza el pelinegro que ni sus amigos se lo podrían creer, hasta el mismo chileno se había sorprendido momentos antes de sonrojarse por completo, levantarse de su asiento, he irse a la cocina — Dije... ¿Algo malo?

Pues si decirle a un omega casado que es lindo y que te gustaría besarlo todo el día es algo malo, pues si, dijiste algo malo si no lo has notado, idiota — la americana un tanto cabreada, golpeó al alemán en su cabeza mientras lo reprendía, él siempre ha sido de pocas palabras, ha tenido novia un par de veces pero jamás lo había escuchado decir eso a alguna omega, y ahora que lo diga con el chileno con tanta facilidad, le asombraba bastante — Primero hace una hora alagando su trabajo y ahora diciendo que quieres besarlo ¿Qué te pasa hoy?

Perdón, solo-... Se me salió y ya, es algo que cualquiera puede decir — intentó justificarse dando aquella tonta excusa, sin embargo, la mirada de los presentes causó que hasta él dudase de sí mismo, tenían razón en algo ¿Por qué se comportaba de esa manera con el chileno? Sabía que era omega, pero hasta ahora, no podía identificar su aroma, por tantas pastillas que ingería, por su tobillo.

Díganme algo ¿Ustedes se besaron con Usa alguna vez? — preguntó la pelirroja cerrando su libro, la respuesta de todos fue inmediata, un rotundo no, jamás la habían tocado y mucho menos besado, ante aquella respuesta, ella solo soltó una risa antes de levantarse de su asiento — ¿Entonces por qué piensan que nosotros besaríamos a México?

Esa respuesta los dejó en blanco ¿Qué no estaban en una relación los cuatro? O más bien, los tres eran omegas del tricolor latino, hasta estaban casados. Cuando intentaron volver a preguntarle, se escuchó como la puerta se abría lentamente, mostrando al mexicano bastante confundido, pues no recibió su tacleada nocturna de todas las noches que regresaba de trabajar, lo cual para él era muy extraño.

Que raro... ¿Y Mala? — preguntó el tricolor, momentos antes de fijarse en el kazajo en el suelo, antes de volver a bajar su mirada encontrándose a su pequeña ¿Qué hacía ahí?

Por otro lado, el kazajo tembló ligeramente al ver como aquel Alpha de la pequeña se le acercaba para ver si estaba bien. ¡Claro que estaba bien! ¡Él la estaba cuidando! ¡Pero es que eso era el problema! ¡ÉL la estaba cuidando! ¡De su propio Alpha, en su propia cara, en sus narices!

Fácilmente podría darse ahí una guerra de territorios, porque la pequeña blanquiceleste es la omega del Alpha mexicano, él no tendría por qué darle cariño constante aún con el Alpha presente. Así que temió por su vida, por unos momentos.

Con que se durmió... Perdón por ella, tiene apego ansioso, si no estoy yo, se apega a cualquiera que se lo permita, en este caso, tu. Gracias por cuidarla, pero ¿Desde cuándo está dormida? — preguntó, levantándose del suelo para ver directamente a la pelirroja.

Como hace 40 minutos, bastante rato

Y todo este tiempo ¿La estuviste cuidando? — ante la positiva del eslavo, soltó una ligera risa acariciando un poco el cabello de su pequeña, antes de alejarse, caminando directamente a la peruana mientras sonreía — No sé qué has hecho, o si es que son tus feromonas amigo, pero gracias, ella sufre de insomnio y no ha dormido en semanas, si contigo duerme bien, es mejor que le des algo con tu aroma para que duerma toda la noche, como tu almohada o una sábana

Algo con... ¿Mi aroma? ¿Por qué? — volvió a preguntar el kazajo, más confundido que nunca ¿Qué no estaba sobrepasando el territorio del latino? Era demasiado hasta para él.

Pues sí, obvio ¿No? — se acercó hasta la pelirroja dándole unas leves palmadas en su cabeza, antes de sentarse a su lado, dando un leve bostezo — ¿Cómo te va corazón? ¿Fue un día tranquilo?

Nada interesante en realidad — respondió, cerrando el libro que acababa de terminar — ¿Vamos al comedor? ¿O prefieres que comamos aquí?

Mejor aquí ¿Les parece bien? Da flojera ir hasta allá y volver aquí otra vez — cuando los demás aceptaron, volvió a darle unas leves palmadas a su omega pelirroja, antes de que ella se levantase de su asiento — Por cierto ¿Y mi Cielito?

En la cocina, escondiéndose de ese Alpha de cabello negro que le dijo que le encantaría besarlo — alzó los hombros antes de entrar a la cocina, dejando sin palabras al mexicano.

Ja... ¿PERDÓN? ¿Hiciste QUE COSA con MI OMEGA?


¡¡Y FIN!! Uh~ Esto se esta encendiendo!!

Bye bye~!

Alpha de 3 OmegasTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon