Capítulo 18 : Revelaciones

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Jayden sentía que su corazón latía de una manera desenfrenada, había rechazado el agua que Zinnia le había ofrecído para calmarse, incluso ignoraba las palabras de su doncella en un intento de calmarlo. Se sentía desesperado, se sentía temeroso, tenía miedo de que su esposo lo odiara, que incluso sintiera asco por él.

Había mantenido el hecho de su abuso en secreto, por miedo a que Aleksander lo odiara, incluso que la familia Románov, a la cual estaba comenzando a querer lo odiara.

Jamás se había sentido tan querido y tan amado en un lugar, como lo hacia en la Villa Bogdan, y como lo hacía la familia Románov.  El omega había encontrando cariños que jamás pensó conocer, sobre todo el cariño de una madre, un hermano mayor, un amigo, un confidente, una hermana, y sobe todo un esposo.

Daba vueltas y vueltas por toda la habitación, mientras su corazón latía Conn fuerza, y su respiración se aceleraba. Si seguía así, su corazón volvería a doler, y no quería eso. Pero esta noche había tenido tantas sorpresas, tantas emociones, que ya ni siquiera podía controlarse.

— Mi señor debe calmarse — insistió Zinnia por quinta vez. — No debe alterarse, le hará mal al bebé — al oir esas últimas palabras Jayden se detuvo y se giro a mirar a su doncella.

Zinnia se acercó al omega que ya se encontraba calmado, y comenzó a ayudarlo a desvestirse, así cambiaría su atuendo por una ropa más cómoda y podría dormir.

— ¿Crees que mi esposo este molesto? — pregunto Jayden en un susurro, mirándose al espejo mientras Zinnia lo ayudaba a vestirse.

— El señor Aleksander lo quiere mucho, estoy segura de que lo entenderá si usted le dice la verdad — Jayden suspiro.

— Eso espero — susurro para si mismo.

Tenía miedo de que su esposo lo odiara, y como no hacerlo, si se había casado con un omega sucio, y repugnante que había sido tocado por al menos seis hombres. Todos miembros de la Organización Roja, y todos hombres de confianza de su madre.

En ese momento las puertas de la habitación fueron abiertas, Zinnia se apresuró a salir de la habitación, cuando  Aleksander entró y el corazón de omega dio un vuelco al verlo.

Tenía el labio partido, y algunos golpes en la cara, también un pequeño moreton en el pómulo donde tenía la cicatriz.

— Viniste. — susurro el omega.

— Siempre — respondió el alfa. — Siempre vendré a ti.

Jayden corrio hacia los brazos de su alfa, y el Albino lo abrazo contra su pecho, escuchando los sollozos del omega.

— Lo siento — susurro el omega contra su pecho — Debi haberte dicho antes, pero tenía miedo, tenía miedo de que me odiaras, de que me tuvieras asco — sollozo y Aleksander dejó un beso en su frente.

— Eres mi omega — agarro el rostro de su esposo entre sus manos — eres mi esposo, y la madre de mi cachorro — puso una de sus manos en el vientre del omega. — Llevamos un año de casados, la mayoría de ese año peleando — bromeó y el omega soltó una pequeña risa — pero lo que resta del año, me di cuenta que te amaba, y más ahora, que estamos por formar una familia — acarició su mejilla—. Como mi historia con Lianna quedó en el pasado, todo lo que te sucedió también quedará en el pasado — dejó un beso sobre su frente. — Empezaremos desde el comienzó, sin mentiras, sin secretos. Si hay un problema, lo hablaremos hasta hayas una solución, pero lo haremos juntos. Tal vez tengamos peleas, tal vez pasemos por malos momentos, y nos desesperemos. Pero lo importante es que estaremos juntos — Aleksander dejó un pequeño beso en sus labios, e hizo alto que sorprendió al omega.

Un Voto De Honor Y Sangre | Duologia Dulce Condena #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora