Capítulo 41: Llamada

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— Si Jayden se entera, los asesinara — se burla Kaiden cruzándose de brazos, mientras esta recargado en el marco de la puerta de la cocina, viendo como sus dos hermanos y sobrina estaban haciendo galletas.

No era eso lo que le causaba gracia al menor, si no, que sus hermanos estaban cubiertos de sangre, y su adorada sobrina estaba con unas pequeñas manchas de sangre en su vestido rosa.

— No puedo creer que la hayas llevado a ese lugar — Kaiden hizo una mueca de desagradó.

— Oh vamos. Será la futura líder. — se burla Gael mientras Cassandra echaba las chispas de chocolate en la masa.

— ¡Tiene cinco años!

— Tengo seis y medio, tío — Kaiden mira a su sobrina y esta le sonríe inocentemente.

Kaiden nego. Pronto hablaría con su cuñado, no era buena idea de que Cassandra se quedará a solas con Gael y Aleksander, esos dos eran dinamita juntos y la niña era el fuego que los hacia explotar.

— ¡Listo! — exclamó feliz la niña viendo las galletas en la mesa, recién salidas del horno — a mamá le encantaran. — sonríe satisfecha al ver las galletas en el plato.

Cassandra baja del banco y agarra el plato de galletas, corre hacia la puerta de la cocina feliz, así podrá darle las galletas de chocolate.

— Alto ahí, pequeño saltamontes — la niña fruncio el ceño y miro a su tío — Si no quieres que a tu madre le de un infarto, y sepa lo que has hecho con tu padre y tío, es mejor que te cambies la ropa. — la niña bajó su mirada hacia su vestido y bufo.

Cassandra le tendió el plato de galletas a su tío. Kaiden fruncio el ceño y miro confundido a la niña. En un rápido movimento, Cassandra se saco el vestido, quedando en otro vestido.

— ¿Tenias un vestido debajo de ese? — ella se encogió de hombros y volvió a sacarle el plato a Kaiden para irse corriendo hacia la habitación de su madre.

— Esa niña esta loca — río Gael mientras comía una de las galletas.

— Iré con ella — informa Aleksander al mismo tiempo que se sacaba el saco cubierto de sangre, quedando solamente en camisa.

Por otro lado, en la habitación, Jayden estaba con su hijo en brazos. El niño no quería dormir, al contrario, estaba más despierto que él.

— Mi dulce niño — el omega dejó un beso sobre la frente de su bebe.

—Hola mami. — Jayden se giro con el bebe en brazos y sonrió al ver a su dulce niña, acercándose a él con un plato de galletas.

Pero hubo algo en la niña que llamó la atención del omega. Cassandra tenía un vestido diferente, al que tenía puesto, cuando Aleksander la vino a buscar.

—Hola princesa —le da un beso en su frentita y Cassandra extiende sus brazos hacia su hermanito. El pequeño comienza a moverse con desespero en los brazos de su madre al ver a su hermana.

Jayden sonrió, y le entregó a Cassandra el bebe, la niña lo sostuvo con fuerza y fueron hacia la gran cama.

— ¿En dónde andaban? — pregunto Jayden cuando sintió unas manos en su cintura y un mentón sobre su hombro.

— Le fuimos a dar comida al michi. —contesto Cassandra, mientras jugaba con su hermanito.

— ¿Y se puede saber que le dieron de comida? — el omega se gira para mirar a su  esposo esperando a que hable.

Jayden no es idiota, tiene un presentimiento sobre lo que le dieron a la mascota de su hija, porque siempre sabe todo. Conoce a su esposo, conoce a su cuñado y sobretodo conoce a su hija.

Un Voto De Honor Y Sangre | Duologia Dulce Condena #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora