Era su culpa. Era toda su maldita culpa. Si tan solo no hubiese permitido que esa horrible mujer entrara en su casa, en su hogar. Él ahora tendría a su bebé en sus brazos, a su pequeña bebe.
— Lo siento — susurro Alice a su hijo.
Aleksander negó. Había llegado tarde. No había estado ahí para su omega. Gael puso una mano en el hombro de su hermano, y lo abrazo, pero el abrazo fue muy corto. El alfa mordió su labio antes de acercarse a su omega.
Verlo de esa manera. Sentado en el suelo, alrededor de la sangre, con las manos cubiertas de sangre y sobre todo... cargando a lo que es su hija. Solo partía el corazón del omega.
— Cariño — el omega miro a su costado. Su omega tenía los ojos llenos de lágrimas, ojos que estaban rojos e hinchados.
Aleksander se arrodilló al lado de su omega, sin importarle la sangre que manchaba las rodillas de sus pantalones. El alfa intentó agarrar a su hija, pero Jayden negó apartándose.
—Jay, por favor...— suplico el alfa
— Es una niña, alfa. Es nuestra bebé. — susurro el omega meciendo a su bebe en sus brazos.
— Jay, dame a nuestra beba — pidió el alfa extendiendo sus brazos hacia su omega. Pero el omega, negó abrazándola contra su pecho.
— Sé que debo soltarla... pero no quiero que se vaya. Es mía, no quiero perderla, no quiero dejarla.— sollozo apretando en su pecho al bulto entre sus brazos.
— Jay, debes dejarla ir, ella ya no está. — Gael muerde su labio al decirlo.
— No lo haré, no puedo... Es mía, es mi bebe. — lloro apretando aquel cuerpecito prematuro sin importarle la sangre — Ya no más. Por favor, alfa, nuestra beba está viva.
— Cariño dámela...
— No quiero perder a mi bebita
— Lo sé, amor, lo sé, yo tampoco quiero. Tranquilo — murmura el alfa abrazando a su omega, el cual llora en su pecho
— ¿Puedo irme con... con ella? — dice en un susurro haciendo que los presentes se estremezcan ante sus palabras
— No, no puedes irte con ella, Jayden, no puedes — menciona rápidamente Aleksander. — No puedes dejarme, nuestros hijos y yo te necesitamos.
— Es mi bebe, es mía, por favor déjame ir con ella.
— Vamos a sentarnos, pequeño — dice Alice, acercándose hacia el omega, Aleksander lo levanta hacia la cama con ayuda de Alice y se sientan aún con Jayden ferrado a la beba. — Sé que esto es horrible, que esto te está matando. Que está doliendo, mi corazón está igual de roto que el tuyo, pero cielo — da una pausa acariciando sus cabellos — tu bebe, ella no quiere que te vayas, Jay, ella quiere que su mami se quede aquí. Quiere que estés bien, quiere que seas feliz.
— Yo soy feliz con ella. No necesitó nada más, solo la quiero a ella.
Alice mira a Arwen, la mujer niega con la cabeza. Debian quitarle a Jayden la bebe. El no podía segur teniéndola en brazos, de lo contrario perdería la cabeza. Su mirada fue hacia su hijo, Aleksander tenía los puños apretados, su hijo estaba intentando ser fuerte. Ella movió su cabeza haciéndole una seña. El albino tomo el lugar de su madre y abrazo a su omega.
— ¿Puedo cargarla? — pidió Alice intentando no llorar.
Jayden miro a su suegra, luego a su bebe, para el, su hermosa niña estaba dormida.
— Si — susurro poniéndose de pie — Pero tenga cuidado, ella sigue durmiendo. — Alice asintió y cargo a su nieta en brazos, la mujer soltó un leve sollozo antes de depositar un pequeño beso en su frente.
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Un Voto De Honor Y Sangre | Duologia Dulce Condena #1
RomanceSus familias se odian desde siempre. Incluso ellos debian odiarse por los problemas del pasado, pero cuando un operativo sale mal, Vlad Románov y Victoria Ivanov, llegan a un acuerdo. En un intento de unir ambas mafias y familias, ambos líderes, co...