Capítulo 2: Soñando.

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Al llegar a la oficina del duque Fernández entre sin dudarlo, cuando abrí la puerta lo vi mirando hacia la ciudad desde su ventana, su mente parecía distante y sus ojos se enfocaban en el horizonte.

-Señor Fernández, estoy aquí.

Dije amablemente, entonces me percate que ya portaba su armadura dorada, la misma con la que lo había conocido.

Al escucharme él sonrió y dio media vuelta.

-Me alegra que hayas regresado, ¿listo para convertirte en un caballero ígneo?

-Eh... realmente no, sigo sintiendo que no pertenezco aquí.

Horizon era mi hogar, pero había sido arrasado por un ataque de lo que parecían ser conquistadores, perdí a mi madre y a mi hermano por su culpa, si no fuera suficiente el imperio de Skyland me dio la espalda marcándome como traidor, algo que no conseguía superar.

-Tus prejuicios siguen arraigados en tu mente, en Skyland ven a los caballeros dragón como héroes y salvadores, es igual para los caballeros ígneos aquí, lo has visto desde que llegaste.

Me respondió el duque Fernández antes de mirándome con una sonrisa paternal.

-Desde que llegaste a Paradise nadie te ha visto con malos ojos, muchos de tus compañeros te admiran y siguen, es la vida que siempre has querido.

Suspire tenía cierta razón, y era algo que me había dado cuenta, no podia diferenciar entre los buenos amigos y los falsos que se querían beneficiar de mi estatus, por fortuna ahora ya tenía amigos nuevos.

-Tampoco sé que significa ser el fénix, pero... lo quiera o no admitir Paradise se ha vuelto mi hogar, Horizon y Taurus ya no son más que ruinas.

Sonreí levemente al decir aquellas palabras, pero al final solo mostré una sonrisa triste, pues según las cartas de mi padre ambas ciudades habían sido abandonadas, por lo que nunca podría volver a verlas.

-Ya sea Runus o Paradise no te necesitan para que los gobiernes, hay quienes creen que tu deberías liderarlos, pero, los guardianes no fueron elegidos para eso.

El duque miro hacia la ciudad, no, más específicamente la calle.

-Míralos

Me dijo mientras señalaba a las personas que pasaban por la calle de enfrente de la casa, camine para encontrarme frente a la segunda ventana mirando a los transeúntes.

-Ellos confían en que nosotros los protegeremos de los monstruos humanos y salvajes, que les encenderemos la luz en la oscuridad. Tal vez no te hayas dado cuenta, pero la energía del mundo ha cambiado de una manera preocupante, Ershia está cubierta por la oscuridad en estos momentos.

- ¿Que...? no siento nada.

Respondí algo confundido mirando a los lados.

-Eso es simple, primero aun eres muy joven y segundo, has vivido sintiendo esta energía por mucho tiempo, es posible que te hayas acostumbrado a ella, pero una señal es el incremento en los ataques de los monstruos y su ferocidad.

Trague saliva al escuchar esas palabras, recordé mi tiempo como estudiante en el supremo colegio de caballería de Paradise, donde durante el último año habíamos luchado para proteger las aldeas cercanas a Paradise de los monstruos, donde las cacerías de bestias eran el pan de cada día.

-La rebelión hoy deja de existir, Runus obtendrá su libertad y tambien nosotros, con ello seremos perdonados... por ello dejaras de ser un traidor, todos dejaremos de serlo, podrás regresar a Skyland si así lo deseas, aunque serás un plebeyo para ellos.

Alma de Fuego: Arco de Paradise.Where stories live. Discover now