Alma de Fuego: Arco de Paradise.

Capítulo 11: Marie Fernández

-Naciste en Marsur, más concretamente en Maranda, no se quienes fueron tus padres pero prometí que te cuidaría.

El duque Fernández camino hacia Mary arrodillándose frente a ella tomando sus manos, mientras ella entendía lo que había pasado, sus lágrimas salían manchando sus mejillas, estaba agradecida por las acciones del duque pues le debía la vida.

-Entonces ¿Por qué, si me seguiste cuidando acabe en un orfanato? ¿Cómo acabamos en Paradise si Runus esta tan lejos?

Pregunto Mary con cientos de dudas, preguntándose principalmente por qué el duque la había abandonado, temiendo que fuera por su propia culpa.

-No tuve opción, lamento con todo mi corazón haberte dejado en ese lugar, pero lo hice por tu bien, perdóname Marie.

El duque Fernández se disculpó con todo su corazón, empezando a soltar algunas lágrimas, Mary quien no era de mal corazón uso una manga de su pijama para limpiar sus lágrimas, mientras mostraba una sonrisa agradecida.

-Pero, responderé tus preguntas Marie.

El duque asintió levantando su mirada dispuesto a contarle.

-Al llegar a Runus procedí a contarle a los líderes de la rebelión sobre lo que había ocurrido pero ninguno me creyó, o puede que sí, pues pronto empezaron a perseguirme, ocurrieron muchos ataques contra mí, los asesinos fueron contra mi cabeza... así que decidí huir, sabía que no podría ir a Skyland y si lo hacía era probable que más asesinos fueran detrás de nosotros.

Empuño sus manos soltando un suspiro para después mirar hacia un pensativo Rohei quien apenas procesaba lo ocurrido. En su mente se preguntaba cómo era posible que su padre y el duque se conocieran desde hace tanto, así como dudaba de la veracidad.

-Recordé a tu padre Roe, sabía que el provenía de Horizon, por ello decidí viajar a Paradise, donde lo visite en secreto cuando eras solo un bebé no mayor a los dos años, puede que fuéramos de bandos opuestos, pero los tres queríamos poner fin a esa guerra, ellos por ti, por protegerte del odio infundado del imperio, de mas esta decir que nunca aceptaron mudarse a Paradise.

Explico el duque mirando hacia Rohei, quien no creía en sus palabras más bien dudaba en como reaccionar, miro a los lados cruzo sus brazos rasco su mejilla, antes de mirar hacia Mary y al duque Fernández soltando un suspiro rindiéndose.

-No los culpo, no eran traidores sé bien que mi madre luchaba por evitar que esta guerra siguiera, al igual que mi padre... creo sus palabras duque Fernández, no tengo razones para no hacerlo.

Respondió Rohei cruzando sus brazos, probocando una sonrisa en el duque Fernández.

-Gracias Roe, bien continuando.

El duque Fernández aclaro su garganta mientras se levantaba sentándose en su escritorio.

-Una vez en Paradise me asenté como caballero, luche en batallas al sur donde obtuve renombre, crie a Mary hasta los 3 años, siendo ese momento cuando le conté sobre Golden Garden a los generales, en ese punto y gracias a Marcus había obtenido pruebas de estos, esta vez sí me creyeron.

El duque Fernández sonrió discretamente antes de soltar un suspiro pesado, entonces volvió a mirar hacia Mary con tristeza.

-Se me dio apoyo, me convertí en alguien que cazara a los miembros de Golden Garden, sin embargo, para ello se me obligo a abandonarte así como se me prohibió adoptar o casarme, por ello y con todo el dolor de mi corazón te entregue al orfanato, era lo mejor, tenía miedo de que fueras herida, de hecho muchas veces perdí mi propia casa, a mis amigos... la lucha contra Golden Garden no fue fácil.