Capítulo 17: Angustia.

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El medio día había llegado, desde la muralla podía ver como la ciudad había tomado algo de vida, pero no era la que esperaba, solo eran unas pocas personas caminado por las calles, no podía diferenciar si eran ciudadanos o refugiados de fuera de los muros, pero sabía que eran personas intentando sobrevivir, mientras, al otro lado de la muralla todo estaba en silencio, solo viendo algún caballero de vez en cuando patrullar por las calles del barrio sur.

Solté un suspiro cansado girando para ver hacia mi derecha observando una torre defensiva de la muralla, en donde Lucas montaba guardia junto a Roberto, de bajo, sobre la muralla se encontraban entrenando Santiago con Sámara, quien le explicaba cómo usar el arco al chico, delante de ellos estaban Madeleine y Erika combatiendo en un uno contra uno y a su lado Sebas entrenaba con Arturo, estos cuatro entrenaban para ayudar a fortalecer a sus compañeros.

Sebas le enseñaba a Arturo como usar su espada de mejor forma, combatiendo como iguales aunque, Arturo acababa siempre mordiendo el polvo, al no soportar los pesados golpes de Sebas.

Sin embargo, Erika lo tenía difícil con Madeleine, lo cual se me hacía muy raro, Erika luchaba con torpeza, sus movimientos eran lentos, la morena aprovechaba en cada momento para golpearla con el hasta de su lanza.

—¡Erika presta atención a tu oponente!

Exclamo Ivonne con preocupación llamando la atención de todos, en ese momento Erika apenas pudo bloquear la punta de la lanza de Madeleine, una lanza que iba dirigida hacia el pecho de nuestra compañera alarmándome.

—Detengan el combate.

Grite caminando hacia ellas con pasos firmes, al escuchar el golpe, Sebas dejo de entrenar a Arturo corriendo hacia Erika.

—Erika, te encuentras bien, ¿no estás herida?

Hablo Sebas en su tono monótono, pero con un atisbo de preocupación, mientras ella miraba el golpe que su escudo había recibido.

—Eso es tu culpa, si no estuvieras con la cabeza en las nubes lo habrías bloqueado.

Madeleine la regaño, a pesar de ser ella quien estaba siendo entrenada por una de las mejores valquirias.

—Yo... eres muy buena, creo que no soy la adecuada para enfrentarte.

Erika se excusó mostrando una sonrisa forzada intentando no preocupar a Sebas, pero Ivonne la interrumpió.

—Por muy fuerte que Madeleine sea, es obvio que tú estabas distraída, tanto que podrías confundir un molino con un gigante.

Le regaño Ivonne haciendo que Erika bajara su cabeza algo sonrojada, siendo que en ese momento me di cuenta que su vista siempre se desviaba hacia Sebas, pareciendo siempre querer verlo, tras notarlo solté un largo suspiro acercándome a ellas.

—Erika, no estoy en contra de tu romance.

Hable con seriedad haciendo que ella se sonrojara enormemente intentando negar mi afirmación con grandes incongruencias, sin embargo siempre hacia lo mismo, mirar una y otra vez a Sebas, cosa que pronto me arto, tome aire antes de hablar.

—Capada, eres una de las guerreras más fuertes que conozco, si no es que eres la mas poderosa de nuestra generación, pero de nada servirá si te distraes todo el tiempo, solo provocaras que Sebas se preocupe por ti.

Comente casi en tono de regaño, pero tampoco quería ser tan duro con ella, no queria generar algun conflicto con alguien valioso para el equipo, pero mucho menos que representara un eslabón k débil.

—Roe tiene razón cuñada, si sigues con esa actitud acabaran matándote, o hiriendo a cualquiera de nosotros.

Hablo Santiago con una seriedad pocas veces vista en él, palabras en las que Sebas tuvo que estar de acuerdo, por lo cual se acercó a Erika, tomando su mano y mirándola a los ojos con gran preocupación.

Alma de Fuego: Arco de Paradise.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora