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، 🥂 : Chef.

No hay fuerza más poderosa en el mundo, que el amor verdadero. Pero es algo que Jungkook y Jimin se niegan a sentir.

Los dos estaban compartiendo el desayuno en una cafetería, comenzaron a conversar sin importarles el tiempo.

El teléfono del ojiazul sonaba, sus amigos trataban de comunicarse con él ya que debía llegar a la empresa pero él simplemente quería seguir oyendo como Jimin descubrió que cocinar era lo suyo.

—Entonces, mamá se ponía a hacer en la casa de la abuela esas galletas y yo un día tan solo la observé y se me quedó todo el procedimiento, tomé valor y comencé hacerlas yo solo y me salieron tan bien —comentaba el rizado.

Ni siquiera se dieron cuenta cuando Jimin empezó hablar de su vida.

—Eso es increíble, tienes talento nato.

—Cocinar es lo que me pone de buen humor pero desde que trabajo como mesero no he tenido tiempo, es Taehyung quien cocina en casa.

—Ahora tienes todo el tiempo del mundo para hacer lo que te apasiona.

—Lo dudo, no tengo trabajo, lo que significa que no tendré dinero y sin dinero no puedo ir al supermercado.

—Te dije que estarás bien, no te faltará nada.

—¿Dónde puedo conseguir trabajo?

—Jimin, no te preocupes por eso ahora, ¿bien? Dime, ¿cuánto pagas de renta?

—¡Oh no! No voy a dejar que lo pagues tú, ya debo buscar un nuevo empleo.

—Mira, haremos las cosas a mi modo, necesito que me digas acerca de tus gastos, te prometo que todo estará bien, confía en mi.

—Kook, no puedo dejar que tú me des dinero o algo así.

—Entonces sé mi chef. Hanna, mi ama de llaves debería tener menos trabajo, ya es una señora de mucha edad, ¿qué opinas? —Jungkook no lo pensó dos veces para proponerle eso al rizado.

—¿Estás bromeando?

—¿Te parece?

—¡Oh por todos los cielos! ¿En serio? Hablas de ser yo tu chef personal, ¿es así?

—Justamente, ¿quisieras ir a ver la cocina en donde vas a trabajar?

—Deja que lo estoy procesando.

El ojiazul sonrió por ver tan feliz al ojiverde, sin dudarlo, hacerlo feliz estaba en una de sus actividades favoritas. Pues esa sonrisa radiante y con hoyuelos debería considerarse la octava maravilla del mundo.

Jungkook escuchó nuevamente su celular sonar, vio el nombre de Namjoon en la pantalla. Nuevamente no respondió.

—¿Debes irte? Puedo tomar un taxi hasta mi casa.

—¿Quieres conocer mi empresa? —preguntó ignorando al otro.

—¿E-Estás seguro? —sin saber porqué eso lo había hecho sentirse nervioso pero entusiasmado.

—Si, de paso aprendes el camino para llegar por si llegas a necesitar algo, puedes buscarme ahí —habló sin detenerse a pensar en las libertades y accesos que le estaba dando al rizado.

—Entonces vamos —Jungkook pagó el desayuno, salieron de ahí y subieron a su auto.

Durante el camino, Jungkook le iba diciendo que locales estaban cerca de su empresa. Le comentó de que se trataba, acerca de los condominios, también de su cadena de hoteles y como funcionaba también como una buena agencia de viajes. Aparte que Jeon's Walls era una empresa en donde la seguridad de sus clientes era primordial. Así que ofrecían servicio de transporte y personal capacitado para cuidar de las personas.