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، 🥂 : Otra oportunidad.

—¿Me mandó a llamar señor Kim?

—Si Jimin, siéntate.

Luego de que los tres amigos hablaran acerca de sus vidas olvidando en donde estaban, quedaron de reunirse esta noche para poder beber algo y cenar juntos, como hace tanto tiempo no lo hacen y seguir poniéndose al día sobre sus asuntos.

Jungkook antes de marcharse le pidió a Namjoon que hablara con Jimin y le accediera el préstamo de dinero que estaba solicitando.

Así que el morocho no perdió más tiempo y mandó a llamar al rizado. Jimin se sentó frente al escritorio sintiéndose nervioso.

—¿Sucedió algo?

—Es sobre tu préstamo, te lo daremos.

El rostro de Jimin se iluminó por completo.

—¿Qué? ¿De verdad? —preguntó lleno de felicidad.

—Si —dijo sonriente Namjoon viéndolo de esa forma, algo dentro suyo sintió ternura por el chico—. Escucha, nosotros somos muy selectivos para dar estos préstamos así que te pediré discreción, ¿de acuerdo? Solo vas a firmar este pagaré y listo.

El rizado tenía sus manos temblorosas, estaba muy entusiasmado, con ese préstamo él podría comenzar a remodelar su local. Compraría algunas cosas para adornos y sobre todo arreglaría lo que es las líneas eléctricas y las tuberías que solo es de cambiarlos a unos nuevos materiales.

Por las instalaciones no se preocupaba pues sabía que su cuñado Eunwoo las haría de gratis ya que es algo en lo que el chico se ha ofrecido desde mucho antes.

—No se preocupe que no diré nada, lo prometo.

—Muy bien entonces, ven mañana temprano y tendrás todo el dinero, ¿de acuerdo?

—¡Por supuesto! Muchas gracias señor.

—Dale gracias a Jeon, él fue quien autorizó esto, es su dinero, yo nomás te estoy diciendo que te lo daré.

Jimin sintió mil mariposas al escuchar el nombre de Jungkook y aún más al saber que él había autorizado eso, aunque sabe que es el jefe le sorprende un poco que después de terminar en malos términos no lo haya despedido y haya aceptado darle dinero.

—Prometo pagarle cada centavo, muchas gracias nuevamente.

—Estoy seguro que es lo de menos, deberías ir a su oficina y decirle a él gracias.

—Yo, no quisiera molestar o algo, la última vez que entré estaba algo entretenido con su pareja supongo.

—¿Hablas de Yugyeom? Nada que ver, créeme Jungkook tiene interés en alguien más, las acciones hablan, ¿no?

—Por eso, sé lo que vi, si me disculpa debo volver a la cocina.

—Conste que yo te enviaba donde Jungkook pero está bien, nos vemos Jimin.

El menor salió de ahí con su pulso acelerado. Tendría el dinero y podía comenzar con las remodelaciones de su nuevo local. Aprovecharía todos los fines de semana para viajar hasta Boseong e iniciar con sus pendientes.

Estaba muy emocionado, aparentemente todo estaba yendo bien. No sabía que las llamas de la envidia iban a consumir todo a su paso.

El rizado llegó a la cocina sintiéndose muy contento. Esta vez iba a preparar un almuerzo especial porque se sentía con todo el buen humor del mundo, ¿y por qué no un postre especial para Jungkook?

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Jeon nuevamente estaba en la oficina de Namjoon, parecía querer permanecer ahí todo el día.