60. UN FALSO POSITIVO

32 8 39
                                    

Biblia Reina Valera 1960 - Deuteronomio 5
20 No dirás falso testimonio contra tu prójimo.

Me siento fatal al ver a Deimond así, lo que menos quiero es herirlo o que piense mal de mi.

No sé cómo tratarlo en este momento, siento que de algún modo lo he rompido pero...

Aaaaaaggggghhhhh.

Nadie me enseñó como ser novia, además tampoco hay un manual que hable de eso.

Me acerco a él con cautela, su mirada está perdida.

—ven conmigo —digo tomándolo de la mano.

Él me sigue en silencio.

Lo llevo hasta las gradas de la cancha de baloncesto y ahí me siento con él.

Abro mis labios para hablar, pero los cierro al darme cuenta de que no sé qué decir.

Así pasan los minutos, en un silencio incómodo, hasta que él lo rompe.

—¿Que hacías con Jason? —preguntó.

—ya te lo dije —respondí sin mirarlo.

Al ver que no dice nada levantó mi mirada hacia él y me duele al ver cómo me mira con dolor.

Es como si le acabara de clavar un puñal en su pecho.

—¿Es que acaso me crees tonto?, ¿Crees que no me doy cuenta de cómo él te mirá?, ¿Por qué lo estás defendiendo?. —me cuestiona.

Se pone de pie, manda una mano por su cabello y comienza a andar de un lado a otro desesperado.

—no es eso Deimond, —me pongo de pie también —es solo...

—por favor Linda —me interrumpe —no me mientas, que lo hagan mis amigos puedo soportarlo, incluso hasta ya me acostumbré, pero que lo hagas tú, no sabría que hacer o cómo sentirme, duele demasiado. —sus ojos se cristalizaron.

Verlo así me dio tanto dolor, que también comencé a llorar.

Sin darme cuenta lo estaba hiriendo y eso no era justo para él.

Él a sido un gran chico conmigo, no podía hacerle eso.

—de acuerdo —dije dándome por vencida, no era justo que peleará con Deimond por culpa de los J5 —te diré toda la verdad.

Nos sentamos y hasta que no le conté todo, no nos volvimos a parar, aunque por un momento Deimond casi se para a ir en busca de Jason para golpearlo por haberme llevado a la fuerza, pero yo lo detuve.

Una hora después.

Finalmente se calmó y pudimos solucionar las cosas, ahora estamos riendo como los enamorados que somos, mientras disfrutamos de un delicioso helado.

Si hay algo que realmente amo en esta vida, es pasar tiempo al lado de mi familia y al lado Deimond, mi mejor compañía, cada día siento que lo amo más y anhelo que esto nunca jamás vaya a acabar, deseo que sea eterno.





Narra Annie:


Reía mientras movía de un lado a otro la copa de vino que me estoy tomando.

Quien iba a pensar que ser una Montreal me daría tantos privilegios.

Al principio era una simple y miserable niña, tan poca cosa que hasta a un prostíbulo me vendieron.

Pero tuve la suerte de que mi padre me encontrará a tiempo.

Por un momento pensé que se encargaría de mi, me cuidaría y protegería como lo hacen todos los padres.

TE VOY A ENCONTRAR Where stories live. Discover now